Rocío Carrasco desvela la escena que Amador Mohedano y Rosa Benito hubieran querido evitar

Rocío Carrasco sigue contando los episodios que han marcado el curso de la familia Mohedano Jurado en los últimos años. En sus últimas declaraciones, la hija de "La más grande" ha contado todo lo ocurrido cuando se repartió la herencia de su madre. La tensión de aquel momento se trasladó también al matrimonio formado por Rosa Benito y Amador Mohedano.

La escena no favorece en lo absoluto a la pareja, que durante años fue muy cercana a la madre de Rocío Carrasco. Amador Mohedano y Rosa Benito llegaron a tener un fuerte cruce de palabras que ahora recuerda Rocío: "Amador lo que tiene que hacer es, primero, no mentir y, segundo, preocuparse por la relación que tenía con Rosa", afirma, para luego asegurar que, en plena notaría, se vivió un cruce de acusaciones que terminó con muy malas palabras de parte de Rosa hacia su marido de aquella época.

Ellos querían la herencia para hacer frente al problema.

"Cuando estábamos con las negociaciones, Amador tenía una deuda de 500.000 euros con Hacienda", explica Rocío Carrasco sobre el hermano de "La más grande", para luego afirmar: "Se enteró toda la notaría de las voces que le daba su mujer. Las voces de su mujer, que le dijo que se ahorcara". La tensión entre Amador Mohedano y Rosa Benito no tenía explicación. "Ellos tenían la presión de que ellos querían la herencia para hacer frente al problema que tenían y que había originado Amador. Rosa estaba muy caliente en ese sentido y es en ese momento en el que ella tiene un más y un menos con Amador", revela Rocío Carrasco sobre la escena que su tío querría borrar. 

Rocío Carrasco ha abierto otro punto álgido en la historia de su familia al hablar de la herencia de su madre. “Si por ellos hubiese sido, yo no hubiese recibido nada de mi madre”, aseguraba en uno de los primeros episodio de "En el nombre de Rocío", para dar paso a otra etapa de esta historia mediática. 

La polémica de Rocío Carrasco 

Rocío Carrasco contrajo matrimonio con Antonio David Flores en 1996, en la finca Dehesa Yerbabuena, propiedad de su madre, Rocío Jurado, ante más de 1.000 invitados. El matrimonio tuvo dos hijos, Rocío Flores y David Flores. Se separaron a los dos años y se generó polémica por la custodia de sus hijos. Tras la muerte de su madre, Rocío Carrasco se convirtió en la heredera universal de sus bienes y derechos artísticos.