Ella lo sabe y no por eso su vida es más liviana. La Infanta Cristina está condenada a la exposición mediática y no hay nada que pueda hacer para evitarlo. Y es que claro, es la hija del rey Emérito y la hermana del rey Felipe, con lo cual, siempre las miradas se posarán sobre ella. Pero, además, Iñaki Urdangarin ha hecho bastante para potenciar esa incómoda situación.

Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina ya son historia pasada. Parece mentira que finalmente el matrimonio se animara a terminar su vínculo luego de que los viéramos transitar tantas crisis que casi ya no podemos contar cuántas fueron. El protocolo siempre los empujó a seguir intentándolo y también la presión de no ser los díscolos del clan.

Pero ahora mismo, aquel proyecto de familia no es más que un recuerdo que no podríamos catalogar como dulce o amargo. La cuñada de Doña Letizia intenta rehacer su vida en Suiza, un país en el que ha encontrado todo lo necesario para pasar desapercibida. Mientras tanto, Iñaki Urdangarin disfruta del verano en compañía de Ainhoa Armentia, su nueva ilusión y la mujer que determinó el rompimiento con la madre de sus hijos.

Iñaki Urdangarin quizás no es el vencedor en la historia con la Infanta Cristina

Si bien a simple viste puede parecer que el exduque de Palma es quien ha salido más airoso de todo el escándalo del divorcio, pensaremos lo contrario al analizar el siguiente elemento. Y es que la Infanta Cristina siempre ha protegido a Iñaki Urdangarin y ha hecho oídos sordos a todos los alborotos que él protagonizó. Hablamos, por ejemplo, de cuando se rumoreó que la engañaba con Carmen Camí, al caso Nóos o al descubrimiento de los mensajes subidos de tono que intercambiaba con la pareja de uno de sus mejores amigos.

Por todas estas razones hay quienes consideran a la Infanta Cristina como una madre abnegada y una gran protectora del bienestar de sus hijos. Puede que eso sea cierto, pero no hay que desconocer que, además de a sus retoños, estaba también protegiendo su matrimonio y la imagen de Iñaki Urdangarin. La tía de la princesa Leonor podría haberse hartado hace ya mucho tiempo, pero escogió no hacerlo y tener paciencia. Es justamente eso, la paciencia, lo que quizás el exbalonmanista no encontrará jamás en otra mujer.

La Infanta Cristina, otro ejemplo de desamor en Casa Real

Cristina de Borbón y Grecia, popularmente conocida como la Infanta Cristina, es la segunda hija del rey Juan Carlos y de la reina Sofía. Fue duquesa de Palma de Mallorca, título que fue revocado por su hermano al ser imputada en el caso Nóos.