Charléne de Mónaco y su extraña influencia sobre la Princesa Gabriella que pudo traer consecuencias

Charlène de Mónaco es, sin duda, una gran referente en cuanto a los temas de moda se refiere, y no podría ser menos cuando el Principado que regenta su esposo, el Príncipe Alberto, es uno de los más acaudalados y glamurosos del mundo, sino el que más. Sin embargo, no son sus fantásticas prendas de vestir las que asombran al mundo como sus elecciones estilísticas a la hora de cortar su cabello, y que a todas luces, su hija, la Princesa Gabriella ha querido copiar, aunque en el intento, los resultados quizás no fueron los más favorecedores y despertó algunas dudas y preocupaciones sobre esta "inclinación" de estilo.

A finales del 2021, la sudafricana sorprendía al mundo con un corte estilo punk rapado en los laterales y largo al frente que incluso llegó a descolocar al propio Alberto, aunque luego terminó aceptándolo y de muy buen grado. En aquel momento, algunos psicólogos expusieron que más allá de su carácter independiente y distendido de la rigidez palaciega, habían algunos aspectos a considerar sobre la situación psicológica de la Princesa. Su corte disruptivo pudo obedecer a una manifestación evidente de su visible tristeza o su intención de escape, de rebelarse ante su realidad. Lo preocupante llegó cuando su hija imitó el comportamiento, y la preocupación se extendió por todas partes.

Más aún cuando la propia Charlène de Mónaco comentó con total gracia a través de su cuenta oficial en Instagram que su hija habría optado por hacerse un cambio y cortó su cabello ella misma. La información seguida de una tierna foto donde salía la pequeña junto a Jacques en Sudáfrica subidos a un árbol, trajo consigo olas de indignación. ¿Quién se hacía responsable si la pequeña de 6 años por entonces se provocaba un accidente con un par de tijeras si todo salía mal con su "look experimental"?

Pero el tiempo se encargó de aclarar las cosas y se comprobó luego que en el comportamiento de la niña no había ningún cabo suelto en referencia a problemas familiares, sino que todo se debió al típico tema de imitar a su referencia más cercana y verse parecida. El flequillo corte V que se practicó quedó tan disparejo que la propia Charlène de Mónaco intentó arreglarlo aunque sin mejores resultados y todo quedó como una divertida anécdota familiar. Un año después, la pequeña royal luce muy diferente con un corte más recto y menos pronunciado. De la misma forma, la exatleta dejo también a un lado sus incursiones en estilos tan "asimétricos" y ahora luce su cabello prolijo, aunque más corto y en color rubio casi blanco que, por cierto, le sienta fenomenal.

Un año después de su ausencia prolongada en Sudáfrica, podemos creer que el vínculo entre Charlène de Mónaco y la Princesa Gabriella es mucho más fuerte de lo que se cree. La niña se ha convertido en la compañera inseparable de su madre y ambas han protagonizado incluso apariciones públicas luciendo grandiosos diseños combinados, muy cómplices y unidas, de tal forma que sus lindas cabelleras no son los únicos elementos que las unen.