REY JUAN CARLOS

Ni Corinna ni Marta Gayá: ella fue la única mujer que logró hacer retroceder al Rey Juan Carlos

En momentos tan solitarios como estos, el Emérito quisiera que estuviera presente.
domingo, 28 de agosto de 2022 · 06:00

Cuenta la leyenda que solo ha existido una mujer capaz de hacer bajar la cabeza al Rey Juan Carlos, pues en varias ocasiones incluso siendo Monarca, su temido temple lo hacía retroceder. Además, tenía un carácter amoroso y preocupado por su entorno y para él se convertía en un refugio de apoyo y lealtad. Desconocía incluso de ciertas reglas básicas, como telefonear antes su visita a Zarzuela antes de acudir, por considerar que para visitar a su hermano, "no necesitaba ser anunciada". Hablamos por supuesto de la muy recordada Infanta Pilar, la columna vertebral del exmonarca y de la familia Borbón y Gómez- Acebo.

Partió de este mundo en el año 2020, a pocos días del cumpleaños 82 del Emérito y solo sus más cercanos pudieron evidenciar el dolor que le atravesó al perder a su hermana mayor. Piadosamente, ella no vivió para ver a su hermano partir hacia Abu Dabi exiliado, pero sí para acompañarle durante el trance de la abdicación. A pesar de los escándalos que enlodaron el nombre del Rey Juan Carlos, ella le sostuvo como corresponde a una hermana grande. Después de todo, con la corona de rey o sin ella, él no dejo de ser su pequeño, su querido "Juanito".

Desde pequeños, el Rey Juan Carlos y la Infanta Pilar fueron inseparables. Fuente: (Foto de archivo).

Hablando de controversias, las expectativas de Don Juan de Borbón y doña María de Las Mercedes para "casar bien" a la Duquesa de Badajoz, fue un dolor de cabeza que recayó en cierta decepción. Siempre en el buen ánimo de apuntar lo más alto posible, se quiso que la Infanta Pilar se emparejar con el Rey Balduino de Bélgica, y para ello hasta contó con los buenos oficios de su abuela, la Reina Victoria Eugenia, para ayudar en esta misión celestina. En dos ocasiones la  cuestión no cuajó porque  en lugar de fecharse con el monarca, el destino la unió con el hijo de los marqueses de la Deleitosa, Luis Gómez-Acebo, su único gran amor, cuando coincidieron en casa de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo prima del afortunado duque de Badajoz.

Mejor rebajar las expectativas que dejar a la Infanta Pilar soltera, los condes de Barcelona no tuvieron más remedio que aceptar la unión, que resultó en décadas de un fuerte matrimonio y que sólo lo deshizo el fallecimiento de don Luis en 1991. Lejos de compungirse y buscar ayuda con el Rey Juan Carlos, ella levantó sola a sus cinco hijos y siguió su carrera como enfermera. Siempre tuvo el corazón para luchar y no permitir que la viudez y la incertidumbre la acecharan.

La Infanta Pilar se mantuvo siempre cercana al Emérito y lo apoyó hasta en sus horas más oscuras. Fuente: (Foto de archivo).

Con el paso de los años, la Infanta Pilar supo mantener a la prensa a raya, aunque cada encuentro hacia las delicias de los medios gracias a sus afilados comentarios. "Me pregunten lo que me pregunten, contesto lo que me da la gana. Ahora, con 83 años, no me corto un pelo", dijo en una de sus últimas entrevistas. Su nombre resurgió nuevamente con el famoso caso de los Panamá Papers, cuando su nombre quedó vinculado a una sociedad que tuvo en la nación caribeña entre 1974 hasta 2014 cuando su sobrino Felipe ascendió a Rey. Ante el abordaje de los reporteros, solo se limitó a responder: "Me encuentro muy bien. El escándalo lo han montado ustedes".

Hasta su último día dejó ver por qué de los familiares del Rey Juan Carlos, la Infanta Pilar siempre trazó su propia línea. Ha sido la única en la familia que pidió ser incinerada, a diferencia del universo royal y su familia más inclinada a las prácticas más convencionales. Sólo Dios sabe qué opinión tendría si viviera. No extrañaría que se hubiera llegado hasta el Emirato a chequear a su hermano, hacerle compañía o quizás desde Madrid, ¡sus llamadas nunca habrían faltado!

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