Pilar Eyre lo vuelve a hacer y expone a la Reina Letizia con uno de sus temas más incómodos

Si preguntáramos al infame y trasnochado primo materno de la Reina Letizia, David Rocasolano, qué opinión le merecen aquellas imágenes de la Consorte en 2014 vestida con el privilegiado blanco impoluto en su primer encuentro con el Papa Juan Pablo II, seguro se ahogaría de risa. Diría sin siquiera pestañear que siempre fue republicana pura y en religiosidad suspende con la peor calificación del puntaje. Pero en su blog de la revista "Lecturas", 'No es por maldad',  la veterana periodista Pilar Eyre nos relata su versión cercana y palpable sobre una vivencia junto a la Monarca que podría resolver las nuevas interrogantes que durante los últimos días han cuestionado su fe tras el paso de la familia real por Santiago de Compostela.

Este acercamiento según nos narra, se dio en 2011 cuando el Sumo Pontífice fue beatificado. Pilar habría ido con amigas cercanas, pero quedó ubicada cerca de la Reina Letizia, por entonces Princesa de Asturias, y pudo observar su comportamiento durante toda la ceremonia: "Vestida de negro, con una falda quizás demasiado corta, el rostro bellísimo y muy pálido, enmarcado por una severa mantilla de encaje, sonreía levemente cuando la plaza de San Pedro atronaba con los gritos de los españoles: “Juan Pablo / segundo / te quiere todo el mundo”. Siguió los rituales sin equivocarse, se santiguó cuando hizo falta y nada en ella hacía creer que no había convicción en sus gestos y comportamiento en general

Pero además de la Reina Letizia, la mediática evaluó el fervor de los Borbones y en el nivel más extremo de creencias queda su suegra la Reina Sofía, que sencillamente cree en todo. Desde manifestaciones marianas hasta avistamientos de ovnis, todo cabe dentro de lo posible para la Emérita, a discreción del Rey Juan Carlos, quien estaría en el extremo negativo, es decir, lo que se puede calificar como un mal católico, aunque se dice que desde su exilio ha recobrado mágicamente la fe, quizás mientras espera por la "milagrosa" llamada desde Madrid para indicarle que puede volver a suelo patrio.

Todos juzgan la mala técnica que tuvo el Rey Felipe para hacer la señal de la cruz en su visita a Santiago de Compostela y la verdad es que tal como lo versa Pilar Eyre, no parece un gran devoto, sino lo común. Cree pero no comparte la credulidad de su madre ni el compromiso de sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, de preservar su respeto por los votos matrimoniales aún después de sus matrimonios fallidos.

Entonces, ¿qué fue lo que pasó con la Reina Letizia en la misa en honor a Santiago Apóstol? ¿Una crisis de fe? ¿Lo visto por Eyre en Roma fue solamente una puesta en escena formidable? La respuesta solo ella sabe, pero mientras, en cada liturgia que cuente con su presencia, esperar a por ello es pecar en simplezas. La Soberana ni se inclinará ni se santiguará.