¿Quién podría dudar a estas alturas que la Reina Letizia es, sin duda, la mujer más elegante de España y una de las royals con mayor belleza y porte en toda Europa? Consciente de que cada una de sus apariciones públicas ocuparán los titulares de la prensa y los expertos escanearán a detalle centímetro a centímetro su puesta en escena. Si hay algo que ha aprendido con el paso del tiempo, es utilizar este atractivo para enviar mensajes a través de sus looks, pero aún le queda una materia pendiente que no parece poder completar, y es el lidiar con las críticas frontales con el mismo aplomo que la Reina Sofía y es que la verdad no se le da. Ella no voltea la mirada y continúa su paso, más bien se detiene en seco y confronta muy a su estilo, sin despeinarse siquiera, pero de quedarse callada, eso jamás.

Esta es una de las anécdotas que destaca en el extenso reportaje que el medio "El País Semanal" ha extendido para todos sus lectores, a propósito del 50 cumpleaños de la Reina Letizia a celebrarse el próximo 15 de septiembre, y por cierto uno de los más divertidos, más allá de su afición por los caramelos de menta y gusto por las sardinas "gorditas".

El hecho que se relata ocurrió cuando la Soberana acudió como cada año a una de las ediciones de la Feria del Libro en Madrid. En medio de su recorrido tuvo un "toma y dame" con una señora presente en el evento, que después de la invitación de la Reina Letizia a adquirir libros, la mujer acompañada de un pequeño grupo le "aconsejó" taparse las canas porque se veía mayor y hasta le sugirió hacerse mechas para disimularlas. Pues a la Reina Letizia no le hizo ni pizca de gracia (en su lugar, creo que a ninguna nos gustaría tampoco) y sin dejarlo pasar las cortó de cuajo con una respuesta tan tajante como clara: 

¡Sí, señora, pero que lea usted!

Ciertamente, lo anterior se consideraría impensable en el caso de cualquier otra de sus pares o siquiera para su antecesora, la Reina Sofía, quien seguramente se habría hecho la desentendida ante el atrevimiento de la mujer que incordió con la Monarca actual. Sin embargo, con este testimonio, dos cosas quedan claras, que no hay que exaltarse ni perder los papeles para dar una contestación de altura y que, ante la provocación, la Reina Letizia hará gala de toda su elocuencia para salir airosa.

Las respuestas anecdóticas de Doña Letizia

Luego, hay otras historias en las que se asegura que la asturiana a veces recorre en solitario los centros comerciales de la zona y Carrefour es su lugar de confianza. En una ocasión, una clienta la reconoció y sorprendida le preguntó: ¿Y tú qué haces aquí?”, a lo que la Reina le respondió con toda normalidad y entre risas: “Pues mira, como tú, comprando tomates”. Una forma más de demostrar que, de acuerdo a cómo sea tratada, ella responde en consecuencia, aunque eso sí, con mucha educación, siempre consciente de quién es y de que lo que pueda decir podría ser usado a su favor o en contra.