Tamara Falcó vive un momento muy importante en su carrera profesional. Este jueves, 4 de agosto, se estrenará en todo el mundo el documental que ha protagonizado en Netflix y que podrán ver millones de usuarios de esta plataforma. Allí, la hija de Isabel Preysler ha dejado a un lado su intimidad para mostrar varios detalles de su vida con todo el público. 

Se esperaba que al estreno de la serie la aristócrata lo celebrara en Madrid junto a su novio Ínigo Onieva, sus hermanos o su madre Isabel Presysler, como ya lo ha hecho con otros logros importantes de su vida. Pero, en esta oportunidad, Tamara Falcó se ha marchado a un destino muy particular y todo apunta en que no disfrutará del estreno en vivo y directo. 

Desde el pasado 30 de julio, la marquesa de Griñón celebra su fe en el santuario de Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina, en compañía de la Red Gospa, cuyos organizadores son amigos suyos. Tamara ha viajado junto a su amiga Clara y un grupo bastante numeroso de gente. Salían desde Madrid y Barcelona y ha participado de las actividades organizadas por Red Gospa sin lujos ni beneficios por ser quien es.

Los detalles de la peregrinación de la Marquesa de Griñón

Las actividades que se enmarcan en la peregrinación constan de un hospedaje sencillo y de una estadía sin lujos, algo que Tamara Falcó podría llevar perfectamente. Según la revista "Vanitatis", el hospedaje incluye una guía por el pueblo y algunas actividades en grupo. "Con un precio de 450 euros por persona, el paquete incluía transporte grupal de ida y vuelta en autocar desde el aeropuerto de Croacia a Medjugorje con una breve parada para descansar; alojamiento en un hotel de 4 estrellas situado en el centro de Medjugorje, a escasos minutos a pie de la parroquia de Santiago Apóstol, régimen de pensión completa, así como guía, material y asistencia y apoyo al peregrino durante 24 horas en el desarrollo de todas las actividades previstas en el programa". 

El paseo se torna muy distinto a los que ha disfrutado Tamara Falcó junto a Íñigo Onieva en los últimos dos años. Los lujos y la atención mediática han quedado de lado y la hija de Isabel Preysler se ha enfocado en renovar su fe a la Virgen de Medjugorje.