El doloroso despertar de la Reina Isabel: su última pérdida que confirma que está más sola que nunca

Este periodo veraniego no transcurre con normalidad para la Reina Isabel, quien nuevamente es sorprendida por las malas noticias. Después del fallecimiento del querido y recordado Duque Felipe de Edimburgo hace un poco más de un año, algunos más se han sumado desde el círculo inmediato de la Soberana. Esta vez, ha recibido un nuevo bajón anímico al enterarse del deceso de su querida amiga de la infancia, lady Myra Butter a la edad de 97 años según lo ha publicado el diario británico The Sun.

La occisa guardaba una muy estrecha relación con la Reina Isabel, mucho más allá de la amistad sincera que ambas se refrendaron a lo largo de sus vidas, pues la mencionada era ni más ni menos que descendiente del Zar Nicolás I de Rusia por línea lejana y guardaba consanguinidad con el poeta y dramaturgo ruso, Alexander Pushkin.

Esta afinidad entre la Soberana y la noble llegó cuando Lady Myra fue escogida entre varias niñas para convertirse en su acompañante para celebrar algunos juegos, fiestas y otras actividades infantiles como hacer nudos y aprender código morse. Desde allí se volvieron inseparables y siempre estuvieron presentes en los grandes eventos que marcaron sus vidas, especialmente en el plano más personal y familiar. La última de sus apariciones públicas fue precisamente durante las exequias del Duque de Edimburgo.

De hecho, Butter fue una de las infaltables asistentes a la boda de la Reina Isabel celebrada en 1947, pero además sus hijas Sandra y Georgina también asistieron a los enlaces nupciales del Duque de Kent y de la Princesa Alexandra, cuestión que nos hace inferir que la unión entre la Monarca y su fiel escudera trascendió a algunos miembros de sus respectivas descendencias.

Cabe destacar que la recordada amiga de la Reina Isabel fue noticia justo a principios de este año cuando decidió devolver al estado ruso la medalla Pushkin que le había sido concedida por el presidente de ese país, Vladimir Putin. Este galardón llegó a sus manos por el reconocimiento a sus esfuerzos por acercar los intercambios entre las culturas rusas y escocesas a los niños. Sin embargo, las acciones del coloso soviético contra la pequeña nación de Ucrania la hicieron reconsiderar su nexo con su gobierno, por lo que devolver este galardón fue una forma tajante de mostrar su desacuerdo con estas avanzadas estratégicas y militares.