JOAN MANUEL SERRAT
Joan Manuel Serrat desvela lo que pocos podrían imaginar sobre su estado de salud
El artista cae gota a gota.Joan Manuel Serrat dará su último adiós en Barcelona. Será en diciembre si la providencia sigue su curso. Hace poco se despidió de la tierra que ha sido un poderoso alimento para su alma. Se presentó en el Festival de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols. Exhaló un emotivo respiro desde su amado Mediterráneo.
“Bienvenidos a la fiesta. Quería despedirme de ustedes, y he venido personalmente, porque hubiese estado feo enviar a otro”, así bromeó el cantante antes de las presentaciones de la gira “El vicio de cantar”.
Sus canciones desfilaron queriendo enredarse en historias que no tienen final. Para el público no fue suficiente. El cantante se justificó después de dos horas de concierto. “Mi espíritu es la hostia, pero el envase tiene sus limitaciones”, dice, pues ya los años le pasan factura, e insiste: “Tengo que llegar a un acuerdo con mi envase”.
Tengo que llegar a un acuerdo con mi envase.
Esta despedida de Joan Manuel Serrat es una fiesta corta para su público. Aunque suenan temas muy conocidos y otros se quedaron en el fondo del baúl, la velada se transformó en una noche nostálgica. Sonaron 'L' àngel de la guarda', 'El carrusel del furo' y las poco memorables 'Algo personal' y 'Es caprichoso el azar', pero no 'Penélope'. Ni 'Lucía'. Tampoco 'La saeta', 'De cartón piedra', 'La tieta' o 'Aquellas pequeñas cosas'.
El repertorio elegido para su nostálgico final son: 'Pare', 'Señora', 'Cançó de matinada', 'M'en vaig a peu' -estrenada, informa Serrat, en 1967 en Sant Feliu de Guíxols- y las imprescindibles 'Mediterráneo', 'Cantares' y 'Para la libertad'. Tampoco faltan 'Hoy puede ser un gran día', 'Fiesta'.