La Reina Isabel ha fallecido y la nueva era ya está en marcha con el Rey Carlos III ya en funciones. Por supuesto, la ceremonia de duelo continúa con todos los protocolos habidos y por haber y, aunque parezca mentira, semejante acontecimiento tiene fuertes repercusiones en nuestro país. Hablamos no solo a nivel monárquico, sino también a nivel político, con el Rey Juan Carlos en el centro de la escena.

Por supuesto, estas son jornadas en las que las reglas de Casa Real se cumplen con más contundencia que nunca. Eso quiere decir que todas las Monarquías del mundo se enfilan también en ese sentido y España no es la excepción, pese que aquí la institución esté muy debilitada en la comparativa con el Reino Unido.

Tal y como era de esperar, ya el Rey Felipe y la Reina Letizia han hecho sus demostraciones de congoja públicamente y, por ejemplo, acudieron a saludar formalmente al embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott. Lo hicieron vestidos completamente de negro para no desentonar y desaparecieron de la embajada unos momentos antes de que Pedro Sánchez arribara a cumplir el mismo objetivo. Mientras tanto, la figura del Emérito brilló por su ausencia.

La compleja decisión que el Rey Juan Carlos tiene por delante

Según ha informado El Debate, el Rey Juan Carlos ya ha recibido la invitación para ser parte del funeral de la Reina Isabel, pero Pedro Sánchez estaría pujando para que no asista. Al parecer, el gobierno quiere impedir a toda costa la fotografía del suegro de Doña Letizia en ese escenario, pues continúan firme en su intención de debilitar su imagen y de apartarlo de su hijo. De todos modos, la decisión no es de nadie más que del abuelo de la Princesa Leonor.

El citado medio también ha asegurado que ya el Gobierno le habría hecho llegar una misiva a Casa Real en la que dejan claro que no quieren que el Exrey acuda a la ceremonia. Recordemos que la Reina Isabel y a Don Juan Carlos los unía el parentesco de primos, con lo cual es lógico que asista más allá de la vinculación formal de Monarcas. Recordemos también que, si finalmente asiste, ya no sería en carácter de representación de la Realeza española, sino por su propia cuenta, pero aún todo está por verse y nuevamente quedan en evidencia las tensiones entre ambos poderes.

El Rey de los escándalos

El Rey Juan Carlos ahora vive exiliado en Emiratos Árabes, país en el que tiene amigos y donde siempre lo refugiaron. Está allí desde que abdicó el trono en favor de su hijo Felipe, cuando ya los escándalos de corrupción en los que estaba implicado no pudieron seguir negándose.