REY JUAN CARLOS
El Rey Juan Carlos y Doña Sofía confirmaron un encuentro que podría poner en alerta a Zarzuela
Tienen toda la intención.Aunque el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía creían que el protagonismo durante el funeral de la Reina Isabel debía estar en manos de su hijo, no pudieron pasar por alto los fuertes vínculos familiares de ambas casas reales. Ahora, ellos se sumarán a la representación española que acudirá el próximo 19 de septiembre a Londres.
“La Sexta” confirmó la intención de los reyes, pues el monarca emérito recibió una invitación para las exequias de Estado de la Reina Isabel, fallecida el pasado jueves. Al parecer, fuentes de Zarzuela le confirmaron al medio que la Embajada de España habría recibido una nota verbal del Foreing Office con las invitaciones para los jefes y exjefes de Estado el próximo lunes.
Los reyes Felipe VI y Letizia ya habían confirmado su asistencia. Enviaron un telegrama de condolencias al nuevo monarca del Reino Unido, en el que reconocieron el "sentido del deber, compromiso y toda una vida dedicada al servicio del pueblo" de la Reina Isabel II, y aseguraron que "la vamos a echar mucho de menos". Solo faltaba que el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía apelaran a su “decisión personal” de acudir o no.
En la disposición de asistir o no al réquiem median los lazos de parentesco entre ambas familias. Los Borbones y los Windsor están unidos por el casamiento del rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia, nieta de la reina Victoria de Inglaterra. Por eso, el Rey Juan Carlos trataba a la Reina Isabel como prima y, después, su hijo, Felipe VI la llamaba tía.
A esto se le suma otro parentesco con el difunto Felipe de Edimburgo, quien era tío segundo de la Reina Sofía. Por eso, en el telegrama de condolencia por el Duque de Edimburgo, Felipe y Letizia la saludaron con un "querida tía Lilibet" y le dieron el pésame por su "querido tío Philip".
Una pasadita y nunca más
La Reina Isabel visitó España en una única ocasión en octubre de 1988, invitada por los reyes Juan Carlos y Sofía. Durante su reinado, trató de fomentar la relación entre los dos países a través de los lazos personales que la unían a la familia real española.