Inicia el juego de la silla para el Rey Juan Carlos y los reyes: así deciden su reunión en Londres

Faltan apenas dos días para que se lleven a cabo en Reino Unido, las exequias de Estado que despedirán por última vez a la Reina Isabel y en esta ocasión, tal como sabemos, tendrá lugar no solo la máxima de todas las cumbres royals del año, sino, por supuesto, la más incómoda de todas. Dado el carácter importantísimo que adquiere este acto solemne, las disculpas por inasistencia no son bienvenidas y al ser así, algunos personajes clave deberán asistir sí o sí. No sólo hablamos de los apestados de la propia familia Windsor, sino verdaderos protagonistas de escándalos como el Rey Juan Carlos y tan singulares como Chantal Marie de Grecia, que por supuesto supondrán algún tipo de malestar, especialmente para la Reina Letizia y la Reina Sofía.

Sin duda alguna (con el debido respeto por el motivo máximo que los reagrupa) esta situación resulta verdaderamente interesante, pues tal como lo ha referido Mujer Hoy razones sobran para catalogar a esta ocasión como el "funeral del siglo", que contará con una congregación de unas dos mil personas asistentes a la Abadía de Westminster, entre miembros de casas reales, aristócratas, presidentes y jefes de Estado entre otros invitados de excepción, y entre todos los presentes, sin duda alguna estará el Rey Juan Carlos y posiblemente entre las primeras filas, debido a la cercanía que guardaba  con su querida prima Lilibet.

Eso sí, por muy preferencial que sea el puesto que ocupe, será detrás del Rey Felipe y la Reina Letizia. La pregunta que nos embarga inmediatamente tiene que ver con la distribución. ¿Se sentará el Emérito con la Reina Sofía? ¿Saludará en algún momento al Monarca actual y a su nuera? Si resulta todo un papelón imaginar el cuadro, peor será para los involucrados que confrontarán además todo el asunto con miles de Caracas y flashes que registrarán hasta los más mínimos gestos.

Pero mientras la familia real española intenta resolver el puzzle en tiempo récord y buscan hacer encajar al Rey Juan Carlos como la pieza suelta faltante, para los vecinos, los detalles de las desavenencias familiares entre los Borbones no podrían ser menos relevante. Ni los varapalos judiciales en España y Suiza o siquiera la demanda interpuesta por Corinna Larsen es un atenuante para ubicar en un lugar o otro al Rey Juan Carlos y su familia  en este sentido, lo único que importa es acercar al sitial del féretro a quienes tuvieron en vida una relación cercana a la Reina Isabel y su esposo, el Príncipe Felipe. Lo demás son nimiedades y el juego de la silla caliente no va con ellos.

Así que independientemente del ánimo que tengan los reyes Felipe y Letizia la Emérita Sofía y hasta el propio Rey Juan Carlos, de quien hasta hoy no se confirma si en efecto asistirá y como se llevará su traslado, de presentarse, deberán todos someterse a lo establecido por el protocolo de Buckingham, aunque no se duda que en pleno conocimiento de ciertos hechos puntuales, tendrán algunas consideraciones en cuenta, todo ello con el objeto de procurar rebajar un poco las tensiones. Aún es pronto para adelantarse, pero la expectativa se mantiene. El Londres se resolverá la incógnita y hasta la fecha, amanecerá y veremos.