El Rey Juan Carlos y su ticket dorado a Londres: por qué ni el Rey Felipe puede detenerlo esta ve

A tan solo 24 horas de que la capital londinense se convierta nuevamente en el epicentro del acontecimiento que marcará definitivamente el fin de la era isabelina, con las exequias de estado en honor a la memoria de la Reina Isabel y que se ha catalogado como "el funeral del siglo", la presencia del Rey Juan Carlos aún se mantiene como una gran incógnita. Sin embargo, todo apunta a qué efectivamente asistirá pero no como parte de la delegación oficial española sino aparte, pues al igual que los reyes Felipe, Letizia y la Emérita Sofía, fue invitado, pero bajo circunstancias distintas.

Así lo explican para CNN en español Gabriella Morales-Casas, experta en casas reales y Amadeo-Martin Rey y Cabiales, autor del libro Anécdotas de la nobleza española: Una historia íntima. Juntos crean una narrativa que explica de forma concisa por qué el Emérito podrá despedir a la Soberana británica a la par que los representantes de otras monarquías, líderes mundiales y jefes de Estado y de Gobierno.

Por supuesto, una de las más importantes es el entramado familiar que les acerca por la vía consanguínea. El Rey Juan Carlos y la Reina Isabel son primos lejanos, unidos por su parentesco con la Reina Victoria, a quien muy ciertamente la historia la reconoce como 'la abuela de Europa'. Por supuesto, también es ampliamente conocido que, en vida, la Monarca y el padre del Rey Felipe fueron muy cercanos. Inolvidable es aquella ocasión cuando Isabel II visitó España y el Rey Juan Carlos, en medio de una recepción en la embajada del Reino Unido en Madrid, se acercó a los periodistas presentes para extenderles una simpática y excepcional invitación, palabras más, palabras menos: "Vengan todos que quiero presentarles a mi prima" y ante todos apareció la icónica Soberana.

Además, hay un principio de reconocimiento a su investidura. Además de reconocer el hecho de que, a efectos institucionales, nadie puede objetar que, aunque emérito, exiliado o jubilado (si procede el término), sigue siendo un Rey, también es cierto que el Rey Juan Carlos es miembro de la orden de la Jarretera desde 1987, y esta es una razón  de peso que sin duda abre las puertas para incrementar la posibilidad de su asistencia a este ceremonial.

Finalmente, hay que entender que, aunque en Reino Unido hay una denuncia en su contra por parte de Corinna Larsen, y que durante este último año han habido investigaciones incriminantes que han empañado su nombre, en realidad no ha sido imputado ni en España, Suiza o en el mismo país vecino, razón que permite a la corona británica protegerlo mientras permanezca en su territorio. Siendo así, es cuestión de tiempo para confirmar su presencia en la despedida de su querida prima. ¿Qué razones entonces podría tener el Rey Juan Carlos para no estar presente y dar un último adiós a la Reina Isabel? Parece que por esta vez ni La Moncloa ni Zarzuela podrían detenerlo, aunque cualquier sorpresa de última hora es también previsible.