Ana María Aldón aprovecha las palabras de Kiko Jiménez para lanzar una advertencia a Ortega Cano

Ana María Aldón y José Ortega Cano no logran superar sus diferencias. Cada tanto un tercero desestabiliza el matrimonio que “está a punto de separarse”. El diestro intervino en “Ya es verano” muy alterado para anunciar medidas legales contra el exnovio de su hija, Kiko Jiménez, quien cuestionó su paternidad. “Todo lo que dijo es mentira, es falso, como el beso de Judas. No sé cómo se da la más mínima fábula a una persona que es un falsario y vive desde hace años de la falsedad y la mentira. No se puede especular con algo que no es real. Todo esto está en manos de mi abogado y se actuará en consecuencia de la justicia”, dijo.

El torero señaló que él, la diseñadora y la familia no la están pasado nada bien. Y ahora sería el colmo que se traslade todo el conflicto a su hijo más pequeño. José Ortega Cano dejó en claro que no comprende el trato que Telecinco, aunque ha sido una cadena amiga, está haciendo de este momento tan delicado. También le pidió a su mujer aún que fuera transparente.

Este comentario atropelló a la colaboradora, quien se molestó y reprochó la actitud de su marido. Además, reconoció que este tema le afecta y ha tenido que defenderse de todo y de todos. Primero, ella no entendió por qué José Ortega Cano hizo esa llamada a su programa. Con el rostro serio dijo: “Hay que defender el honor de la mujer que tienes a tu lado. He tenido que aprender a defenderme y meterme en un mundo que no me pertenece. Mi intención es que cada uno vaya viviendo lo mejor posible. Soy transparente hasta donde puedo, no vierto m… sobre otra persona y menos sobre el padre de mi hijo”.

Hay que defender el honor de la mujer que tienes a tu lado.

Ana María Aldón no pudo ocultar su enfado con Kiko Jiménez y lo increpó por su comportamiento. No comprende porqué esperó tantos años para contar públicamente lo que supuestamente había sucedido en la cocina de su casa y sospechó de la presunta prueba de paternidad que la dejó consternada. “No es que le dé credibilidad, pero no tiene necesidad de inventarse algo, pero me lo podía haber dicho en su día. No había necesidad de hacerlo públicamente. Si eso se llevó a cabo, espero que se hayan quedado tranquilos. Eso no se puede hacer, pero lo que tampoco se puede vivir en una casa donde se hiciera eso. Si descubro que alguien le ha puesto una mano encima a mi hijo para quitarle un cabello, o le ha metido un bastoncillo en la boca, tomaré todas las medidas”, dijo.

Si eso se llevó a cabo, espero que se hayan quedado tranquilos.

Una relación defectuosa

La crisis entre Ana María Aldón y José Ortega Cano muta en el tiempo. Es una guerra de nunca acabar. Hasta ahora nadie sabe porqué actúan así. Por las redes la llaman vividora y le preguntan por qué se hace y hace tanto daño.