Para el Rey Felipe, la prueba más difícil ha pasado y este martes después de asistir al funeral de Estado en honor a la memoria de la Reina Isabel, la normalidad vuelve a Casa Real. Como se esperaba, el Monarca junto a la Reina Letizia retomaron sus agendas de trabajo, ella en Nueva York y él hizo entrega del Premio Camino Real al tenista Rafa Nadal, que otorga el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá de Henares con el buen ánimo de reconocer a todos aquellos españoles que con su trabajo, esfuerzo y dedicación en sus respectivas áreas posicionan en buen grado a los españoles en Estados Unidos.

Esta entrega por supuesto no viene exenta de algunos temas controversiales y puntuales, así lo ha remarcado "Ok Diario" en una reciente publicación. Pues una vez más, las decisiones que tome el Rey Felipe en el futuro no solo definen el pulso de su reinado frente a un país expectante y que espera resultados, también lo podrían desmarcar o acercar al mandato de su padre, el Rey Juan Carlos.

Hay un cierto debate que se mantiene abierto, tomando en cuenta que el Rey Felipe, quien además de ser admirador de la trayectoria profesional y un gran amigo del excelso deportista, también es consciente de su destacada labor a través de su fundación homónima. El asunto va en que muchos consideran al manacorí como un candidato ideal para romper con la determinación del Monarca de no asignar nuevos títulos nobiliarios, pues se asume que ha recabado todos los méritos necesarios y es un buen merecedor de alguna distinción de esta categoría.

Rafa Nadal pone en una encrucijada al Monarca

Ciertamente, una de las características que permite establecer comparaciones entre la gestión del Rey actual y el Emérito, es que durante 40 años de reinado juancarlista fueron concedidos más de 50 títulos a diversas personalidades, empresariales primeramente. En el caso del Rey Felipe, su ideal de reformular parámetros y enfilar a la institución como una “monarquía renovada para un tiempo nuevo”, parece entre otros temas, no contemplar nuevos otorgamientos. De hecho, se ha hecho notar cierto distanciamiento con la aristocracia española que nunca antes tuvo lugar en los buenos tiempos del Rey Juan Carlos en la cabeza institucional.

Dicha proyección está fijada, según estimaciones, para fechas posteriores al retiro de Rafa Nadal de las canchas, condición que podría apresurar un acercamiento del Rey Felipe ante la posibilidad de ser la primera personalidad que se distinga con algún señorío, marquesado o distinción similar en los ocho años de reinado del Borbón. ¿Se romperá la racha? Solo el tiempo nos lo contará y aún falta tiempo para ello.