Así fue el reencuentro más amargo y público entre la Infanta Elena y Jaime de Marichalar

Casi tres décadas han pasado desde que la Infanta Elena y Jaime de Marichalar decidieron separar sus caminos tras aquel anuncio oficial que decretaba su "cese temporal de la convivencia". Podría pensarse que después de tanto tiempo mucha agua pasó por debajo del puente y sus desavenencias y malos recuerdos quedaron en el olvido, pero este no es el caso de la Duquesa y el aristócrata, pues tuvieron la oportunidad de reencontrarse nuevamente y sencillamente decidieron, tal como lo ha confirmado el diario 'Informalia', evitarse todo cuanto les fue posible.

Esto ha sucedido en el marco de la celebración del 80 cumpleaños de la Princesa de origen austriaco italiano, Ira de Fürstenberg, este pasado jueves después de dos años de postergaciones debido a la pandemia. Lujo y máxima orientación fueron claves en este festejo que tuvo lugar en los jardines de la residencia los Alba en Madrid.

Entre los muy exclusivos invitados estuvieron por supuesto la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, aunque el medio señalado refleja que no se quedó hasta el final del festejo, cuestión que su exesposo no replicó y sí disfrutó la recepción hasta el final, pero se confirmó que entre ellos no hubo interacción alguna ni acercamiento siquiera por orden de la casualidad.

Una actitud que dista mucho de la que presume actualmente, por ejemplo, la hermana de la Infanta Elena, Doña Cristina, en medio de su proceso de divorcio de Iñaki Urdangarin, a pesar de que que las razones de su separación son mínimamente merecedoras de un trato tan frío como el que recibe el asesor de modas por parte de la Duquesa de Lugo.

Nuevamente, ni un saludo tuvo doña Elena con su exmarido y realmente es de extrañar, tomando en cuenta tan solo apenas una semana, pasaron el peor susto de sus vidas tras la intervención quirúrgica de su hija Victoria Federica por peritonitis. Dicen que las tragedias y las penas unen, pero en este caso, las distancias amargas son las que aún predominan entre la flamante expareja sin importar circunstancias y, por lo visto, cuánto tiempo pase.