REY JUAN CARLOS
El extraño detalle que explica la complicidad entre el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía en Londres
El emérito parece querer firmar la paz con su esposa y para muestra, la ofrenda más especial.Complicidad, comentarios por lo bajo y risas compartidas, que llegaron a crispar los nervios de la Reina Letizia en plena liturgia par honrar la memoria de Isabel II, fue el insólito saldo positivo que dejó el reencuentro entre el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía en Londres. Nadie pensó, después de tantos rumores, lucubraciones y distancia geográfica, que en esta ocasión dolorosa para la familia Windsor este escenario pudiera darse entre los reyes eméritos.
Pero para nuestra sorpresa, puede que esta reunión haya sido tan cercana como se pudo apreciar, gracias a un pequeño detalle que el emérito llevó consigo y que su esposa pudo apreciar al entender el gran significado que tiene para ambos. Fue lo que el ojo agudo de la prensa pudo notar en medio de su muy fotografiada llegada al Palacio de Buckingham para asistir a la recepción privada que ofreció el Rey Carlos III a sus dos mil invitados.
De acuerdo a lo expuesto por 'Egos' del diario 'La Razón', el Rey Juan Carlos llevaba un anillo que no era ni la alianza de compromiso ni su anillo de bodas, sino otro, que aunque no tiene gran valor monetario en comparación con los otros dos, sí que cuenta con un gran valor sentimental para ambos. Al respecto de su origen, fue la Reina Sofía quien contó a la periodista Pilar Urbano el icónico origen de esta pieza. "Al poco, al poquísimo de estar en Tatoi, el Rey Pablo nos regaló unos anillos griegos antiguos, del siglo IV antes de Jesucristo. El de Juanito, con una piedra roja, puede que fuera un rubí. El mío, con la piedra negra, un azabache".
Desde la visión de la experta en comunicación no verbal, Valvanuz Sánchez de Amoraga, la decisión del Rey Juan Carlos de llevar este anillo justamente en su reencuentro con la emérita, solo puede significar que se trate de "un claro guiño de aprecio, un detalle de reconocimiento y un signo de respeto a Doña Sofía y todo lo que ella representa para él".
Esto no significa, por supuesto, que las decepciones y desencuentros del pasado hayan sido saldados entre ellos, pero sí que han podido avanzar hacia un mejor trato en los últimos meses para lograr esta sintonía tan evidente en la capital del vecino país. Este guiño a la Reina Sofía es, sin duda ,una ofrenda de paz y buenos recuerdos a través de un talismán que les une. Pudo usar cualquier otro, sin embargo, ha elegido justo este. "Si la relación fuera nula o se sintieran incómodos el uno con el otro, no habría lugar para la distensión. Más aún, él no llevaría un regalo de su suegra. Sin temor a equivocarme, estoy convencida de que la relación ni mucho menos es mala, hay contacto periódico, se llevan bien y hay un trato cordial, sabiendo donde se sitúa cada uno en este momento de su trayectoria vital", concluyó la experta.