Justo cuando creíamos que el escándalo que tiene a Ana María Aldón como protagonista empieza a perder peso, nuevos elementos salen a la luz. Ya ha pasado tanto que nadie se anima a creer que las cosas con José Ortega Cano aún pueden salvarse. De hecho, cada día que pasa esa ilusión se va diluyendo más al punto tal que aparecen supuestos terceros en discordia.

El último momento áspero en términos mediáticos lo atravesó el matrimonio como consecuencia de las declaraciones de Kiko Jiménez. Al parecer, puso sobre la mesa la posibilidad de que la familia del diestro dude que Ortega Cano fuese realmente el padre de su retoño menor. Eso ya fue demoledor para Ana María, pero lo nuevo quizás es peor.

En las últimas jornadas se especula que la oriunda de Sanlúcar de Barrameda estaría viéndose con un empresario sevillano. Por supuesto, no hablamos de encuentros casuales, sino de unos con tinte romántico. En otras palabras, Ana María habría estado engañando a su marido y el señor implicado. Además, sería alguien muy amigo de la familia y sobre eso es que han surgido novedades.

Ana María Aldón vuelve a la calma

Tal como puede apreciarse en el material adjunto, el hombre de identidad desconocida ha dialogado con “Ya es verano” y a ellos les ha desmentido rotundamente que esté saliendo con Ana María Aldón. El empresario aseguró estar totalmente avergonzado por la información que circula y no puede creer que una noticia de esa trascendencia se diera a conocer sin previa constatación.

La opinión del amigo de la creativa es la de muchos tertulianos empapados en el tema. Y es que, hasta ahora, no han salido a la luz pruebas de esos supuestos encuentros; ni siquiera un pequeño indicio de que la información es cierta. Parece que el rumor perderá vuelo en breve y mientras tanto, es posible que Ana María Aldón esté caminando por las paredes, sin saber cómo enfrentarse a tantos varapalos.

La figura del momento

Ana María Aldón es la segunda esposa de José Ortega Cano. Ha sido su gran apoyo en momentos complicados, como su período en prisión, pero hoy están en crisis. Al espada le cuesta despegarse de la figura de Rocío Jurado, su gran amor.