El Rey Juan Carlos y el detalle que faltaba: un matrimonio y tres pedidas de mano que hoy lamenta

Todos sabemos que el Rey Juan Carlos ha contraído matrimonio una sola vez con la Reina Sofía, pero pedidas de mano hubo dos. Dos y no con la misma mujer, por cierto. ¿Sorprendente? No en el caso del empedernido Emérito, quien supo, entrado en una edad avanzada, la gran diferencia entre el amor y el deber porque fue Corinna Larsen la mujer por la que estuvo casi dispuesto a dejarlo todo y con ella ninguna alianza voló por los aires ni le sobrevino la frase "Cógelo, Cori!", como tristemente sí ocurrió en el caso de la madre del Rey Felipe en sus días como Princesa griega, enamorada y conforme con la última opción posible, "el hijo de los Barcelona".

Así lo ha revelado el veterano cronista de la familia real, juancarlista como ninguno, Jaime Peñafiel, quien recogió este testimonio para 'República' directo de los propios testimonios de la empresaria alemana. Ella misma fue quien relató el increíble episodio en el que el Rey Juan Carlos, absorbido de amor por ella, pidió su mano ante el padre de esta en mayo de 2014. No fue la primera vez sino la segunda. Cuando Corinna tramitaba su divorcio de uno de sus fallidos enlaces en 2009, el exsoberano intentó convencerla de casarse con él.

Por supuesto, los dos intentos fueron fallidos y no podía ser de otra manera. Un paso como aquel era cosa seria y el caso del Rey padre no podía ser más particular, pues, si bien es permitido en Medio Oriente tener hasta cuatro esposas y harenes, en occidente, para casarse de nuevo, tenía que divorciarse primero y aquello resultó tan difícil como era previsible.

El primer intento sería quizás la pedida más cara de la historia de España. Para aquellos días del 2009, el Rey Juan Carlos había asegurado el amor de su amada con aquellos infames 65 millones de euros que puso en su cuenta bancaria gracias a la donación generosa de 100 millones que recibió por parte del Rey saudí y que se tramitaron a través de la Fundación Lucum. Sin embargo, aquello no podía prosperar, pues Corinna Larsen se enteró en 2010 que no era la única en el corazón de su flamante novio, ya que también andaba con la empresaria valenciana Sol Bacharach.

Para el Rey Juan Carlos, definitivamente lo mejor fue lo que sucedió y gracias a la intervención de su familia y Casa Real, aquello no prosperó. Nunca habría imaginado por aquellos días que, una década después, estarían él y Corinna nuevamente en contacto por medio de abogados y un proceso judicial abierto. ¡Las vueltas que da la vida!