Miranda Rijnsburger y Julio Iglesias constituyen la prueba perfecta de que hay matrimonios que no necesitan mover fichas para seguir estando en la palestra. De hecho, ellos no hacen nada y esa nada es la que más interés provoca en sus vidas privadas. Por supuesto, él es una estrella internacional que ya ha conseguido todos los méritos habidos y por haber, pero no sería de extrañar que ante la falta de actividad el público mermara su devoción.

No sabemos demasiado en relación al cantante y tampoco a su esposa. Hace algunos meses, la opinión pública se conmocionó porque trascendió que él no estaba nada bien de salud y que hasta necesitaba una silla de ruedas para poder movilizarse. Luego esos rumores comenzaron a perder peso, pero el hermetismo se mantiene intacto.

La única certeza que tenemos en relación al matrimonio es que se mantienen juntos. Han pasado más de una adversidad, pero también han encontrado el modo de superarlas. Recordemos que el padre de Enrique Iglesias ha estado involucrado en polémicas por la aparición de personas que aseguran ser sus hijos no reconocidos y ni hablar de la diferencia de edad que lo separa de Miranda Rijnsburger, un dato que en otro caso ya podría haberlos empujado al fracaso.

El método de Miranda Rijnsburger y Julio Iglesias para ser la excepción a la regla

La distancia y el espacio personal parece ser la clave del éxito en el amor y en la permanencia entre Miranda Rijnsburger y Julio Iglesias. Decimos esto, por ejemplo, porque no viven juntos y porque siempre ambos han priorizado sus actividades independientes y en solitario. Ella pasa la mayor parte del año en Indian Creek, la casa de Miami, mientras que él está en República Dominicana. Por supuesto, siempre que tienen ganas se reúnen, ya que no tienen problemas para tomar un vuelo privado cuando les apetezca.

Miranda es la mujer de mi vida, no podría imaginarme la vida sin ella.

“El más internacional de todos” ha reconocido en más de una oportunidad que es la madre de sus hijos menores el gran amor de su vida. Al analizar todos estos datos, que han sido aportado por el portal “MujerHoy”, caemos en la cuenta de por qué entonces el romance entre Julio e Isabel Preylser no llegó a buen puerto. La socialité no pudo aceptar las reglas del vocalista y sus diferencias terminaron siendo irreconciliables. Ojalá el método no les falle nunca, pues ya sabemos cuán complicado es alcanzar estos niveles de complicidad en una pareja.

El futbolista que encontró su camino en la música

Julio Iglesias llegó a desempeñarse como guardameta en el Real Madrid, pero un accidente lo mantuvo inmovilizado durante tanto tiempo que tuvo que abandonar esa vía. Un enfermero le regaló su primera guitarra con el objetivo de que se distrajera y entonces descubrió que con la música podía ser feliz.