En Mediaset es imposible aburrirse. Así lo afirma Adela González al cumplir un año como copresentadora de Sálvame. Este 2023 lo ve con mucha ilusión y no porque “cambia el calendario” si no porque, tanto en el programa como Media Fest Night Fever, la pasa de maravilla. “Cada día es distinto al anterior. Así que es ilusión sí o sí”, dice.

Esta periodista asume con profesionalidad su trabajo en las pantallas. Haber caído en un formato de entretenimiento le ha sentado bien. Ella estaba acostumbrada a programas más sociales y ahora en Sálvame la improvisación es su pan de cada día. “Estoy muy a gusto, me la paso muy bien cada día porque es un formato tan loco y surrealista a veces, que siempre te sorprende. Tienes una escaleta y sabes por dónde puede ir el programa, pero luego el programa coge vida y nunca sabe por dónde van a saltar las cosas”, expresa.

A la comunicadora le agrada que su equipo sea como una familia. Sabe de antemano que 13 años de forma ininterrumpida viéndose las caras todos los días para entretener a la audiencia es una responsabilidad. No considera que sea telebasura, porque es un insulto para la propia gente y sería irrespetar su “soberanía”.

Al principio Adela González sentía vértigo, pero los productores de La fábrica de la Tele le dieron su apoyo. “Tú lo puedes hacer bien”, le dijeron. “Yo nunca había estado en un programa donde todo el mundo está sentado y de repente se ponen a corretear por los pasillos. Esa capacidad para que haya una cámara preparada, para que se salga del guion, no lo había vivido nunca. Es único. Los directores son la bomba, súper creativos, imagina llenar todos los días una pizarra en blanco de cuatro o cinco horas”.

La risa

Adela González insiste en haber aterrizado en un programa donde “cada día es una aventura” y por supuesto dónde nos faltan las risas. “Reír siempre es terapéutico y me reído mucho y a carcajadas. También he llorado de la risa en muchas ocasiones. Sí, realmente me ha venido muy bien”.

La foto

En el mes de noviembre, Adela González se sorprendió al ver su foto colgada en los pasillos de Telecinco. Ella había llegado en febrero y lo tomó como una buena señal. "Si han valorado mi trabajo y se quiere reconocer con ese “pasillo de las vanidades”, pues ¡yo encantada! y lo agradezco muchísimo”, dijo.