La salud de Charlène de Mónaco (44 años) siempre es tema de agenda. La norma indicaría que una deportista de elite como lo fue ella gozara de una calidad de vida envidiable, pero ese no es su caso. Aquel extraño cuadro infeccioso que la obligó a someterse a tres cirugías en Sudáfrica y que la mantuvo alejada de la actividad pública y de sus hijos, aparentemente todavía tiene consecuencias que no pasan desapercibidas.

El pasado 9 de enero, algo de estabilidad llegó a la vida de la Princesa Consorte de Mónaco. Esto, porque retomó su agenda de actividades de cara al público y eso llevó gran tranquilidad a quienes estaban preocupados. Lo hizo visitando a la ciudad de Fort Lauderdale, lugar en el que inauguró su centro acuático. Se creía que semejante acontecimiento la tendría muy entusiasmada, pero quizás eso no era cierto al completo.

La vida de Alberto de Mónaco está repleta de actividades y por eso es que queda tan evidencia el malestar de su esposa. Sus colegas comparten gran parte de su vida pública con sus esposas y el hecho de que ella no lo acompañe en la gran mayoría de sus actividades no hace más que dejar en evidencia que las cosas no funcionan sobre ruedas en la familia. La última prueba tuvo lugar en las últimas horas, en un evento en el que todo el mundo esperaba ver a la deportista.

Charlène de Mónaco vuelve a preocupar y reina el hermetismo

El portal La Razón ha informado que Charlène de Mónaco no asistió al circo de Montecarlo en la velada del domingo, fecha en la que se esperaba que estuviera presente. Sí estuvieron su marido y sus hijos, pero ella brilló por su ausencia. El día sábado estuvo la Princesa Estefanía, de modo que cada uno ha cumplido con su parte, pero no Charlène.

Hasta ahora no existe ningún comunicado oficial que explique las causas, y eso aumenta las especulaciones en relación a una posible recaída en la salud de la oriunda de Zimbabue. Hay que reconocer que, desde que se conoció su problema, jamás abundó la información y casi todos fueron trascendidos extraoficiales de la prensa. Ojalá su ausencia en el circo solo responda a una genuina falta de deseo y a nada más.

Una vida de película

Charlène de Mónaco es la esposa del Príncipe Alberto de Mónaco y por eso tiene tratamiento de Alteza Real. Fue nadadora olímpica y esa es otra de las razones por las que es famosa a nivel mundial.