La familia Campos nunca goza de mucha paz, pero hay períodos en los que las cosas son más tranquilas que de costumbre. Ahora mismo no atraviesan un período de esos, ya que se acusa a Gustavo, el chófer de María Teresa Campos (81 años), de haber ideado un plan para traicionarla. Mientras ese material probatorio sale a la luz, Terelu Campos (57 años) surfea las olas como presentadora en “Sálvame”.

La madre de Alejandra Rubio y su hermana Carmen son las fieles defensoras de su madre. Son ellas quienes le recomendaron que ya no trabaje más y quienes hacen todo lo posible para que sus dramas familiares no lleguen a los medios. Así se aseguran de que la periodista no se altere más de la cuenta, pero quizás olvidan que, de vez en cuando, son ellas quienes generan la preocupación de la veterana.

La tertuliana, además de presentar el segmento líder de Telecinco, escribe para la revista Lecturas. Allí le da rienda suelta a la pluma para expresar sus reflexiones más personales. En ese espacio, por ejemplo, ha hablado sin tapujos de su enfermedad, del presente de María Teresa Campos y de muchos otros tópicos, como si se tratara de su diario íntimo. En una de las últimas entregas ha seguido esa línea, pero ha tocado un tema todavía más puntilloso.

Terelu Campos ya no es la que era

En su última columna para el citado medio, Terelu Campos sentenció que ya nunca más volverá a tener intimidad con ningún señor. Llegó a esa conclusión en su última visita al oncólogo, su especialista de confianza desde que fue diagnosticada de cáncer. Él le dijo que los valores de los análisis están perfectos, pero de todos modos ella no quiere volver a enamorarse.

Sé que nunca más voy a volver a tener relación con ningún hombre.

En el escrito, la colaboradora asegura que se desmoronó en llanto cuando le comunicó al doctor la noticia, pero no por el duelo que sentía, sino por el difícil momento que atraviesa la familia y, en especial, María Teresa Campos. Lo del amor y la intimidad lo tiene perfectamente resuelto, pero probablemente no le sucede lo mismo a la nacida en Marruecos, quien no debe aprobar aún que su hija hable tan livianamente de temas tan privados.

La gran heredera

Terelu Campos es quien parece disfrutar más la fama heredada de sus padres. A diferencia de su hermana Carmen, llora menos en los platós y enfrenta con mejores armas a quienes quieren amedrentarla.