Es de público conocimiento que la Princesa Leonor (17 años) y la Infanta Sofía (15 años) deben respetar algunas medidas extremas que tanto el Rey Felipe como la Reina Letizia impusieron en sus vidas para alejarlas de las malas decisiones. La imagen de la Familia Real debe mantenerse impecable, por lo que cualquier traspié de las jóvenes podría traer consecuencias irremediables.

Lo cierto es que algunas de las reglas que deben respetar las herederas de la periodista suenan un tanto polémicas, pues desde pequeñas no solo responden a una educación exclusiva, sino también a una alimentación muy especial. Este es un punto que a la Reina Letizia le quita el sueño.

Las reglas que deben cumplir para que Zarzuela no estalle

Según los trascendidos, una de las razones que podría hacer estallar Zarzuela estaría relacionada con una frase que la heredera a la corona y la Infanta Sofía no pueden decir. Las hijas del Rey Felipe no tienen permitido responder “No me apetece”, pues esta frase, para ellos, muestra desprecio ante un ofrecimiento.

Por otro lado, un segundo motivo por el que la Princesa de Asturias y su hermana podrían tener problemas está relacionado con los regalos, pues no pueden aceptar obsequios en público. En el caso de recibirlos en privado, deben hacerlo solo en ocasiones especiales, pues se considera que dentro de Zarzuela tienen todo lo que necesitan para llevar una vida con placeres.

Por último, nos centramos en uno de los puntos más polémicos si de reglas a respetar hablamos. Y es que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía no tienen permitido llorar en público. Al ser consideradas personalidades importantes de la monarquía española, desde muy pequeñas están educadas de manera tal que deben controlar sus sentimientos en público. Para muchos, esto es innecesario, pues deja una imagen frívola y distante de la Familia Real.

La tecnología y los placeres

La Princesa Leonor y la Infanta Sofía tienen implementados en sus rutinas algunos puntos relacionados con las horas de esparcimiento. Según los trascendidos, durante la semana tienen prohibido el uso de internet. Lo mismo sucede con sus programas de televisión preferidos, los cuales solo pueden ver los fines de semana, durante sus ratos de descanso.