Nadie puede negar que Miguel Báez El Litri (54 años) es uno de los hombres que ha sabido acaparar la atención de la crónica social en los 80 y 90. Convirtiéndose en uno de los galanes que robó los corazones más distinguidos de aquella época. Entre los nombres más reconocidos podemos incluir a Eugenia Martínez de Irujo o la Princesa de Marruecos Lalla Hasna.

Lo cierto es que la prensa rosa tenía como protagonista principal de sus páginas al único heredero de Miguel Báez y Espuny y María Concepción Spínola González. Un hombre que al parecer no solo había heredado la habilidad de sus antepasados en las plazas, sino que también había desarrollado un buen ojo para los negocios, lo cual lo hacía aún más interesante para cualquier nueva conquista.

La gran habilidad de Miguel Báez El Litri

Fue en el año 2004, cuando el diestro decidió dar el paso que cambiaría su vida, uniéndose en matrimonio con Carolina Adriana Herrera, heredera de la diseñadora venezolana. Con ella tuvo tres hijos, Olimpia, Miguel y Atlanta, y a pesar de su separación en 2017 mantienen un vínculo muy estrecho en lo que respecta a la vida familiar. Prueba de ello es la celebración que Carolina organizó en su casa por la mayoría de edad de su primogénita, y en la cual estuvieron presentes su padre como su última pareja.

Casilda Ybarra Fontcuberta, es la última esposa del diestro. Con ella se unió en mayo de 2022. Casilda y Miguel vieron interrumpida su luna de miel a solo cuatro días de su boda por el fallecimiento del legendario diestro, como si esto no fuera suficiente a los pocos meses el exyerno de Carolina Herrera perdía también a su madre.

Si hay algo que no se puede negar es que Miguel Báez El Litri es uno de los empresarios inmobiliarios más importantes por estas horas. Su padre supo hacerse de una buena fortuna que con el paso de los años fue poniendo en manos de su único hijo, al punto tal que se calcula que por estas fechas debe tener algo más de 60 millones de euros en patrimonio inmobiliario.

Miguel Báez El Litri y su ojo clínico

Mientras muchos imaginan que el negocio inmobiliario es el único ámbito en el que Miguel Báez El Litri supo invertir su fortuna. Se sorprenderán al saber que, además tiene buena parte de su herencia invertida en gasolineras, también en un negocio de charter de embarcaciones y hasta en tiendas gourmet con el ganadero Fernando Domecq Solís y Rafa Pacheco.