IÑAKI URDANGARIN
El desesperado pedido de Iñaki Urdangarin tras su separación de la Infanta Cristina
El exbalonmano busca cambiar su presente.Después de un año repleto de polémicas, donde la imagen de la Familia Real se vio perjudicada, Iñaki Urdangarin (55 años) y la Infanta Cristina tienen todo preparado y acordado para firmar el divorcio una vez que Irene Urdangarin celebre su mayoría de edad el próximo mes de junio.
Según diversas fuentes, la Infanta Cristina deberá pagarle al exbalonmano una cuantiosa cifra como pensión, además es una manera de silenciar al padre de sus hijos, ya que el Rey Juan Carlos teme que hable más de la cuenta sobre los secretos reales.

El anhelo de Iñaki Urdangarin
En este contexto, en las últimas horas, la revista “Semana” lanzó de manera exclusiva una entrevista con Mario Pascual Vives, el abogado de Iñaki Urdangarin. Allí habló fuerte y claro sobre el inquietante presente que está atravesando su defendido, ya que tras su polémica separación de la Infanta Cristina no encuentra rumbo en su vida profesional.
Necesita trabajar y pasar página.

Con estas palabras, Mario Pascual confesó al medio mencionado que la falta de trabajo lo mantiene en alerta al ex de la Infanta, pues desde que se distanció de la madre de sus hijos, Iñaki Urdangarin no recibió ningún tipo de propuesta laboral, pese a estar “capacitado, preparado y en condiciones de poder hacerlo”.

No obstante, no pierde las esperanzas, al menos de conseguir un empleo relacionado con el mundo del deporte, ya que el único interés de Iñaki Urdangarin es rehacer su vida lo más normal posible. Según Mario Pascual, el medallista olímpico solo quiere “sentirse útil y encontrar un empleo que le ayude a crecer como persona, además de servirle para independizarse”, puesto que en la actualidad se encuentra viviendo en casa de su madre.
Aclarando rumores
El abogado de Iñaki Urdangarin, en su entrevista con “Semana”, señaló que la versión que circula sobre el pago de 25.000 euros mensuales por parte de la Infanta Cristina hacia su marido es falsa: “Si multiplicamos por doce, creo que son unos 300.000 euros al año. Es mucho dinero. Cuando se trata de cuestiones de la esfera de la intimidad de una familia, especular es arriesgado”.