BÁRBARA REY
La confesión de Bárbara Rey sobre el Rey Juan Carlos que pone en ridículo a la Corona española
Sus encuentros más candentes.
La serie "Una vida Bárbara" (Antena) ha entregado titulares sobre el romance que mantuvieron hace tiempo Bárbara Rey y el Rey Juan Carlos, que dudamos haya intentado verla durante su estadía en España porque deja en ridículo a la Corona.
Margarita García, el verdadero nombre de Bárbara Rey, recorre en primera persona algunas de las historias más impactantes de una vida marcada por el éxito, como también por la violencia, las amenazas y el acoso, vejámenes que tuvo que soportar la actriz durante décadas.
En los primeros capítulos, esta producción de Atresmedia ha logrado revelaciones tan cruentas como la amenaza de muerte que sufrió de su marido, la agresión sexual que padeció cuando grababa el exitoso programa "Palmarés" (TVE) y hasta algunos detalles de su relación con el Rey Juan Carlos.
Bárbara Rey fue una mujer que muchos quisieron poseer, pero que ninguno supo amar, tal como lo ha dejado ella misma de manifiesto a lo largo del documental, que fue desmenuzado en el plató de Aruser@as (La Sexta).
Pero fiel a su estilo, a pesar del dramatismo de sus palabras, Bárbara Rey también se dio algunas licencias para recordar episodios risueños, como cuando comenzó su romance con el Emérito, del que contó que "me llamaba todos los días, dos o tres veces".
"Yo estaba ahí porque era el Rey, no me lo podía creer. Al marcharme, me abrazó y me besó", enfatizó sobre el inicio de una relación clandestina, pero real.
Luego, la presentadora de televisión apuntó que continuó con el Rey Juan Carlos, en secreto, en la casa de campo de Franco, de la que no tuvo buenas sensaciones. "Era una cosa tenebrosa y muchas habitaciones con unas camas de mierdas que no las hubiera puesto yo en ningún sitio. Ahí estuvimos viéndonos siempre y las cosas llegaron a una situación que creamos una relación", remarcó.
Sobre sus encuentros con Don Juan Carlos, Bárbara Rey, de manera jocosa, explicó que la relación llegó al punto en el que tuvo que preguntarle cómo debía llamarle, porque "no le voy a decir 'Majestad, hoy lo estamos pasando muy bien'".
