Ana Obregón inmortalizó en su libro el mensaje de su hijo a su mejor amigo antes de morir

El 13 de mayo de 2020, Aless Lequio falleció después de una larga batalla contra el cáncer, la cual duró más de dos años. Su pérdida causó un profundo dolor no solo en sus padres, Ana Obregón y Alessandro Lequio, sino también en sus mejores amigos.

Durante su lucha contra el sarcoma de Ewing, Aless Lequio compartió sus momentos más difíciles y a uno de ellos, principalmente, le hizo una petición muy especial, como recuerda la presentadora en su libro "El chico de las musarañas".

En un emotivo mensaje, Aless Lequio le dijo a Justin —el amigo en cuestión— que, en caso de que algo le sucediera, le pedía dos cosas: que cuidara mucho de su madre, que estaría destrozada, y que, cuando llegara al cielo, lo buscara.

La actriz, al conocer el contenido de este mensaje, no pudo contener la emoción. "Me partió el corazón saber que, en ese momento tan terrible, en tus últimos días luchando por vivir, te estabas preocupando por mí", expresó en el libro.

Para Aless Lequio, la amistad era lo más importante, y así se lo transmitió a su madre: "Mamá, las parejas tienen fecha de caducidad, como los yogures, pero los amigos son para siempre". Por eso, Ana Obregón decidió llamar a Justin para darle una sorpresa a su hijo en su 26 cumpleaños.

A pesar de haber recibido diez horas de quimioterapia ese día y estar muy triste, Aless Lequio recibió la visita de Justin, quien estaba realizando prácticas de Medicina en Filadelfia. Además del apoyo incondicional de Justin, Aless hizo partícipes a todos sus amigos de su diagnóstico y quiso reunirse con ellos en el hospital antes de fallecer, según relató Ana Obregón.

Aunque nunca supo de qué hablaron en aquella reunión, tiempo después sus amigos le confesaron que Aless Lequio les había dicho como despedida: "Solamente os pido que, si en algún momento no estoy aquí, no me olvidéis nunca".

Esta petición dejó a Ana Obregón sin palabras: "Aless, ¿te estabas despidiendo de ellos? Mi vida, si para mí era impensable ese desenlace, ¿por qué no me transmitiste tus miedos? ¡Dios! ¿Por qué te mostrabas fuerte? Estoy convencida de que era por amor".

Según cuenta Ana Obregón en el libro, todos los amigos de Aless Lequio "lo adoraban por su bondad, ternura, sentido del humor y, sobre todo, por sus genialidades locas". "Formaban un grupo inseparable: algunos eran amigos desde la infancia, otros de la universidad en Estados Unidos. En realidad, algunos me consideraban su segunda madre, porque desde pequeños pasaban más tiempo en mi casa que en la suya", ha aseverado.

Después del fallecimiento de Aless, sus amigos se volcaron a cuidar a Ana Obregón, algo que ella describe de manera emotiva en el libro: "Seguro que donde estés te gustará saber que todos tus amigos me cuidan mucho, como sé que un día les pediste en el hospital en caso de que faltaras. Nos reunimos cada mes en casa, como solíamos hacer antes, y comemos las famosas albóndigas con tomate y arroz blanco que os hice infinidad de veces y que te encantaban. No voy a mentirte, ellos me recuerdan cosas divertidas tuyas, sonreímos y lloramos juntos".