PLANTAS

Qué es la etiolación de plantas suculentas, consejos para prevenirlo y tratarlo

Es uno de los principales problemas que afectan a estas plantas.
domingo, 21 de mayo de 2023 · 08:14

La etiolación en las suculentas se refiere al crecimiento exagerado del tallo de la planta en busca de luz. Sucede cuando la suculenta no recibe la iluminación adecuada y su tallo se alarga de manera desproporcionada.

Este fenómeno es una estrategia de adaptación de la planta para obtener la luz necesaria y poder desarrollarse. Ocurre con mayor frecuencia cuando las suculentas se mantienen en lugares con escasa iluminación o cuando las semillas están enterradas profundamente, lo que hace que la planta crezca en dirección a la superficie en busca de luminosidad.

La etiolación en las suculentas se refiere al crecimiento exagerado del tallo. Fuente: (Pexels)

La etiolación también puede ser causada por un exceso de nitrógeno en el suelo. Por lo tanto, es importante conocer cómo fertilizar adecuadamente las suculentas y evitar una sobreexposición a este nutriente.

¿Cuáles son los signos de etiolación en las suculentas?

Cuando una suculenta está etiolada, presenta algunos signos característicos. Estos son los problemas más comunes que puedes identificar en tu jardín de suculentas:
- El tallo de la suculenta se alarga de manera anormal, volviéndose delgado y más largo de lo habitual.
- Las hojas de la suculenta se vuelven pequeñas, arrugadas y están espaciadas entre sí. Es común que se caigan con facilidad.
- La base de la planta muestra signos de descomposición cerca del sustrato.
- La suculenta experimenta cambios en su color, volviéndose pálida o amarillenta.
- La planta se debilita y pierde vitalidad, perdiendo su forma original.

Cuando una suculenta está etiolada, presenta algunos signos característicos. Fuente: (Pexels)

¿Cómo puedes combatir la etiolación en las suculentas?

¡Puedes combatir la etiolación en las suculentas de manera sencilla! Para hacerlo, es importante identificar la causa del problema y tomar medidas correctivas.

1. Mueve la suculenta: cambia la ubicación de la planta a un lugar donde pueda recibir luz solar directa durante al menos tres horas al día. Si no es posible, colócala en un área en el que reciba mucha iluminación durante la mayor parte del día, para evitar un mayor crecimiento desproporcionado.

2. Poda las suculentas: aunque las suculentas no requieren poda regularmente, este procedimiento puede ser útil para combatir la etiolación. Utiliza tijeras especiales para cortar la planta, dejando aproximadamente dos dedos de tallo y ramas con hojas. Con el tiempo, la parte restante desarrollará raíces y nuevos brotes, recuperando su forma original.

Para combatir la etiolación, cambia la ubicación de la planta. Fuente: (Pexels)

3. Replanta las partes podadas: las secciones cortadas en la poda pueden ser replantadas para crear nuevas suculentas. Después de dejar que las partes cortadas se curen durante unos días, plántalas en sustrato adecuado. Asegúrate de enterrar aproximadamente un centímetro de la planta y utiliza una solución de enraizamiento si es necesario.

4. Evita el exceso de nutrientes y fertilizantes: utiliza fertilizantes equilibrados y evita el exceso de nitrógeno en el sustrato. Aumenta la frecuencia de riego, asegurándote de que el agua drene adecuadamente.

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