Los proyectos de Íñigo Onieva no solo tienen por delante la conformación de una familia con Tamara Falcó sino que también contempla algunos cambios profesionales, después de su intempestiva salida de Mabel Capital, empresa para la que trabajó durante los últimos dos años.

El futuro marido de Tamara Falcó, con quien se casará el próximo 8 de julio en Madrid, tendría entre manos un ambicioso proyecto que iniciaría por cuenta propia, aunque no se descarta que pueda sumar en el camino a algún socio.

Hace unos días, se conoció que Íñigo Onieva había dejado el cargo de director de Mabel Hospitality, desde donde gestionó las relaciones públicas de los restaurantes de Tatel y Totó, en España y en Oriente, durante los últimos dos años.

Ahora, el ingeniero industrial planificaría saltar en solitario a la industria de la hostelería, idea que se habría gestado luego de que Tamara Falcó hubiera puesto en funcionamiento un restaurante de alta cocina, en el palacio El Rincón.

En este último año, Íñigo Onieva, junto a Pablo Marín Girón, ha compartido el cargo de administrador de la empresa Meva Hospitality, que se se dedica a la explotación de salas de baile y discotecas, restauración y hostelería, siendo Lula Club, de Madrid, uno de los emprendimientos.  

La inesperada salida de Íñigo Onieva de Mabel Capital

A lo largo de dos años, Íñigo Onieva se ha desempeñado en Mabel Capital, en un cargo casi hecho a su medida. Pero las reglas del juego parecen haber cambiado, en los últimos meses, y sembraron las bases de una salida inesperada, pero consensuada y en buenos términos.

“No ha sido un despido, ha sido pactada y beneficiosa para ambas partes”, aseguró "Vanitatis", atribuyendo esas declaraciones a fuentes cercanas, tanto a la compañía como al propio Íñigo Onieva.

Según explicaron, en las últimas semanas, le habrían propuesto a Íñigo Onieva modificar alguna de sus funciones, pero sin cambiar el acuerdo económico. Luego de algunas reuniones, no hubo acuerdo entre las partes y así sellaron el fin de un exitoso ciclo profesional “sin malos rollos”.