Polémica

Pablo Iglesias e Irene Montero confirmarían su separación con la millonaria venta de su casa

Los vecinos revelaron el día en que dejaron de convivir.
viernes, 9 de julio de 2021 · 05:00

En los años donde fue diputado, la relación de Pablo Iglesias con Irene Montero no afrontó las polémicas que vendrían después, con la llegada al Gobierno de coalición. El exlíder de Podemos llegó muy desgastado a la presente mitad de año, retirado de la actividad y separado de la ministra de Igualdad. También dejará atrás su casa de Galapagar, tras una serie de polémicas por su valor, renovación, protestas de vecinos y amenazas que complicaron sus vidas.

La mansión ubicada en el importante barrio madrileño habría sido vendida por 660.000 euros. Es un inmueble que tiene muchas comodidades en diferentes cuartos, que se fue reformando desde su construcción en el año 2002, hasta poco antes de la campaña de la comunidad que Iglesias perdió. Esta casa ha sido todo un símbolo de ruptura en la historia de ambos dirigentes: hace unas semanas, se oficializaba que el exvicepresidente ya no vivía allí. La ministra siguió viviendo en el lugar y por ello se habrían mantenido, hasta los últimos días, los controles de seguridad que tanto molestaban a los vecinos del exclusivo Galapagar.

Parte de los elementos colocados en el perímetro de la casa.

La casa que compraron en este barrio, ubicado a solo 33 kilómetros de la capital madrileña a la cual la pareja concurría a trabajar, fue siempre objeto de polémicas. Los opositores a Podemos cuestionaron que la pareja se permitirá este tipo de lujos en Galapagar, llevando a la militancia a dudar de la idoneidad de Pablo Iglesias, pero finalmente ratificarlo en una consulta popular interna. La casa tiene 248 metros cuadrados, entre los cuales se reparten tres baños, tres dormitorios y otros cuartos de comodidad, según “Informalia”. Las últimas refacciones que llevaron a cabo fueron sobre el tejado: algunos de sus vecinos las ratificaban, previo a las elecciones, y recordando también que debían respetar el controvertido perímetro de 500 metros.

La Guardia Civil y seguridad privada custodia la casa de Iglesias e Irene Montero para evitar los cuestionamientos que empezaron hace un año. Las últimas vacaciones de verano no las pasaron tranquilos, y el envío de amenazas a su domicilio en el anterior abril revivió la pesadilla de la pareja con sus niños. De acuerdo a “El Español”, los vecinos estuvieron siempre en contra de la estadía de ellos, pues justifican que apenas los saludaban. Trataron de ser lo más silenciosos posibles con la estadía, dado que la información que trascendía sobre el inmueble los puso en una situación complicada. Realizaron refacciones en la cocina, cuartos de invitados nuevos y también adquirieron una costosa cama importada de Tailandia.

La casa de invitados que conserva el inmueble.

“El Mueble” revela que la obra del arquitecto José Ignacio Rubio no necesitaba realmente tantas instalaciones nuevas. Tiene casi 20 años de antigüedad y prueba de su buena conservación es la utilización de materiales de “madera de derribo”. Es un estilo que, en palabras de los expertos, tiene combinaciones de estilo colonial que lo vuelven interesante para cualquier comprador. La pareja habría adquirido la casa por 600.000 euros, recuperando lo invertido con la flamante venta y ganando otros 60.000 adicionales por la serie de remodelaciones. Sin embargo, Pablo Iglesias e Irene Montero se llevan muchos malos recuerdos de Galapagar. En el último tiempo, lograron ocultar su mudanza ordenando que se coloquen botes rojos en el perímetro de la casa, para que la gente no circule. Según explican a “La Razón”, la última vez que se vio a los podemitas unidos fue en marzo, antes de la campaña de Madrid que pondría fin a la carrera del oriundo de Vallecas.

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