Un testigo de “Sálvame” afirmó que coincidió con una colaboradora "que llevaba mechas" en un local de intercambio de parejas. “Apolo”, como lo hicieron llamar, contó que ese lugar a veces funciona como un after y luego la gente termina desconectando, se conoce y si "les gusta la cosa", van a más. Justo en ese momento, cuando el testigo daba la descripción, Carmen Alcayde reveló que la identidad de esa colaboradora era Lydia Lozano (62 años) y el acompañante su marido, Carlos García San Miguel y Rodríguez de Partearroyo, más conocido como Charly (62 años).

Todo voló por los aires porque según Jorge Javier Vázquez “la historia ha cogido unas dimensiones dramáticas”. Apolo, vestido de negro, con una máscara blanca y antifaz dorado, señalaba que la colaboradora estuvo ahí acompañada de su marido Charly y en otras ocasiones con más personas.

La tertuliana le reclamó a Carmen Alcayde a gritos en una llamada telefónica y le dijo: “Nos conoces a Charlie y a mí. Yo fui a un cumpleaños y me fui a las 11 de la noche, este señor está diciendo que voy sin mi marido, que se quite la máscara y que me diga cuántas veces he ido y con los tíos que he ido”, señaló. Además, le reprochó a su compañera que asistió ese lugar por el cumpleaños de una amiga y que Carmen debía de subirse al pulpillo para defenderla y no para hacer "un bailecito" y darlo todo por una silla en el plató. 

Para Lydia Lozano es un improperio que nombren a su marido, porque él siempre se ha apartado de la prensa y los focos. Además, desmintió que ellos hayan intercambiado su pareja, porque no forma parte del acuerdo. El matrimonio es más de cenas con velitas a la luz de la luna.

Vaqueros

La historia de amor entre Lydia Lozano y Charly, el arquitecto, comenzó hace más de 30 años. Ella salía con un amigo suyo y cuando rompieron Charly la invitó a su casa. La recibió con unos vaqueros verdes y unas zapatillas del mismo color mientras bailaba, reía y le contaba cómo hacía los chipirones en su tinta.

Desde ese instante la colaboradora supo que era su príncipe azul a pesar de haber discutido esa noche con su ex, sin embargo, al día siguiente Charly le envió un mensaje “¿Cómo estás princesa?” y la flechó. Se casaron en junio de 1990. 

Desde ese entonces, y 25 años después de la celebración de sus bodas de plata, la confianza entre Lydia Lozano y Charly permanece como la llama olímpica. La tertuliana considera que él es su talón de Aquiles, su gran amor y por eso lo mantiene alejado de los medios y punto.