La Fiscalía Provincial de Madrid prepara su artillería contra Borja Thyssen (43 años) y Blanca Cuesta (49 años). En esta batalla judicial a celebrarse el próximo 14 de febrero, no solo piden tres años de prisión para el hijo de Tita Cervera (79 años) y su esposa, sino que solicitan que paguen una multa de un millón de euros por evasión de impuestos contra la Hacienda Pública por operaciones realizadas en el año 2010, con un monto que asciende a 336 mil euros.

No es la primera vez que el hijo de la Baronesa se sentará en el banquillo por un presunto fraude fiscal. Hace tres años enfrentó una petición de dos años de privación de libertad y una multa de casi 600 mil euros. Salió airoso porque no se pudo comprobar ningún delito, pues alegó que para el año 2007 ya residía en Andorra, que para ese entonces era considerado un paraíso fiscal.

En esta nueva cita con la Justicia, el hijo de Tita Cervera y su mujer deberán explicar, según el diario "ABC", la transmisión de las participaciones sociales de Cas Capetó con la titularidad de Blanca Cuesta con el 40% y de Borja Thyssen, también como titular, con el 50%, además de la sociedad Caribean Breeze con un 10% . Es por ello por lo que la Fiscalía sostiene que se trataría de una simulación.

El Ministerio Público señala que en el año 2010 tuvieron una ganancia patrimonial de 2.206.527 euros por la venta de dichas participaciones, pero la ganancia real fue de 3.792.564 euros. Es decir, que ocultaron al fisco 1.586.037,39 euros. El matrimonio simuló que la transacción correspondía a una sociedad, aunque en realidad estaba inactiva. El activo de Cas Capetó estaba constituido por una casa en Ibiza sin personal y carente de toda actividad económica.

“La ganancia patrimonial obtenida en el ejercicio 2010 no declarada por los acusados, asciende a 1.586.037,39 euros. La cuota defraudada en relación a dicha ganancia patrimonial no declarada asciende a 336.417,89 euros”, detalla la Fiscalía. 

El presunto fraude

La movilización de estas cuentas, contabilizadas de 2005 a 2007, figuraban como “cuenta corriente con socios”. Luego, en 2008, como “aportaciones de los socios“ y “Borja Thyssen”, se trataban de fondos propios pero en el momento de la venta de las participaciones de Cas Capetó se plasmaron como “transmisión de un crédito”. Un pasivo ficticio que iría a parar a los propios gastos del hijo de Tita Cervera y su familia.