Lola Herrera confirma lo que muchos intuían sobre su pasado

El 25 de noviembre, Lola Herrera (87 años) fue reconocida con la "Menina de Honor" 2022 por ser una referente, ejemplo y orgullo de su tierra natal en su labor en “la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres”. Ese día, no pudo asistir porque estaba convaleciente y envió un video de agradecimiento en el que confesó ser “nieta de una mujer maltratada”.

Es por eso que, ahora, la actriz quiso asistir en persona a recoger esa distinción tan significativa para ella, pues se lo dedicó a su abuela Jacinta y a todas las mujeres que tienen que vivir a diario un calvario de violencia.

"Estamos muy trastocados con todo lo que pasa. Se han dado pasos de gigante en favor de mejorar la situación de muchas mujeres, pero realmente todo es insuficiente", señaló con contundencia la vallisoletana.

El compromiso de Lola Herrera con este flagelo de la sociedad lo vivió en carne propia y por eso habla con pertenencia. Volvió a denunciar y ratificar que su abuelo era un maltratador y que desde siempre lo rechazó. Es más su muerte no le afectó. Cuando su madre le avisó fue un peso menos porque no soportaba esa clase de personas en su vida.

En mi casa se ha vivido el maltrato desde siempre.

El mensaje de la actriz fue contundente y necesario sobre todo para aquellas mujeres maltratadas que soportan en silencio. De hecho, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, señaló que 7 de cada 10 mujeres no denuncian y alabó el compromiso de Lola Herrera. "Eres un referente para todas nosotras. Nos das ese aliento que necesitamos cada día para seguir trabajando".

La actriz concluyó: "Estoy con vosotros y, desde donde estoy, trato de manifestar lo que pienso sobre esto. Me tenéis a vuestra disposición para lo que queráis".

Para Vox

Lola Herrera no dejó pasar la oportunidad para enviarle un mensaje a las mujeres que votan por Vox, un partido que no la representa y mucho menos al ser hija de un obrero y una trabajadora. Según ella “va en contra de los derechos”. “Es un contrasentido tan grande, que me pondría un altavoz e iría por la calle a decírselo a las mujeres por si hay alguna distraída”.