PRIMICIA
El lado oculto de Pablo Urdangarin que la prensa no quiere que veas
El hijo de la Infanta Cristina está dando de qué hablar.
Pablo Urdangarin podría disputarse con su tía, la Infanta Elena, quién de ellos sería el más discreto de la familia. Ante cámaras siempre se mantiene reservado, casi taciturno en un verdadero intento por alejar en cuanto le es posible toda la atención mediática sobre él.
No siempre lo consigue, y lo peor es que ni siquiera tiene la culpa. Apenas cumplió la mayoría de edad, al hijo de la Infanta Cristina se lo consideraba uno de los solteros más codiciados, hoy las razones distan mucho de aquellos tiempos.
El Aristócrata tiene que enfrentar desde hace tiempo el escrutinio de la prensa siempre que surge alguna noticia sobre su padre, Iñaki, los desparpajos de Froilán y Victoria Federica o su abuelo el Rey Emérito, quien no necesita presentación alguna.
Poco se habla sobre los aspectos más destacables sobre Pablo, quien no se vale de los escándalos para hacerse notar. Es por mucho el miembros del Clan Borbón, que menos dolores de cabeza da y vive la vida dentro de la mayor normalidad posible.
¿Quién se podría imaginar a Leonor y Sofía por ejemplo tomando un autobús? ¡Es que ni siquiera los hijos de la Infanta Elena dan para esas aproximaciones! pero el atleta no tiene temor de abordar el transporte público y con la mascarilla puesta, pasa por cualquier ciudadano común.
Además, al no tener obligaciones reales -ya que la consanguinidad es lo único que lo une con sus tío Felipe VI-, puede decidir su propio futuro y hacia allá va encaminado. Paralelo a su pasión por el deporte, también se está labrando su futuro profesional.
Actualmente, cursa la carrera de Empresas en la escuela de negocios European University y al parecer le va bastante bien. Es el único espacio en el que se le ve bastante alegre y distendido entre sus compañeros como cualquier universitario.
En cuanto a lo interno, por ahora el hijo de Iñaki Urdangarin solo desea pasar las navidades con su padre y con su familia reunida. Queda claro que no podremos esperar de su parte mayores detalles al respecto y es algo digno de respetarse, al menos por esta ocasión especial.
