El hombre que pudo darle otro destino a la Reina Sofía, pero se enamoró de una plebeya

La historia de la Reina Sofía no ha sido precisamente sacada de un cuento de hadas, quizás su vida habría sido otra, de no ser por una plebeya que cambió por completo la decisión del hombre que pudo ser su esposo antes de conoces a Juan Carlos I.

En los años 50, la entonces Princesa de Grecia, conoció a Harald de Noruega, un Príncipe, cuando los Reyes de Grecia visitaron Oslo, donde los dos herederos protagonizaron un baile que despertó los rumores de romance entre los jóvenes.

Tanto los padres de la Reina Sofía y el entonces Príncipe de Noruega tenían la intención que sus hijos se unieran en matrimonio, pero eso finalmente no sucedió a pesar de los intereses que existían por los Monarcas en esa época.

Existen publicaciones que aseguran que esta relación no se consolidó por la gran exigencia de Pablo I de Grecia, al solicitar el dote por 50 millones de francos, algo que el parlamento griego solo aprobó la mitad, lo que no fue del completo agrado del Rey Olav, quien velaba por las finanzas de su país.

 Y todo cambio finalmente para la Reina Sofía, cuando Harald cumplió su mayoría de edad y a su paso ya generaba cualquier tipo de encanto y llamado de atención en la realeza británica, cambió por completo todo lo que pretendían sus padres.

En sus planes, el heredero no tenía puesto a Sofía de Grecia, sino a una joven mujer plebeya llamada Sonia, hija de un comerciante a quien había conocido cuando tenía 15 años en un campamento de verano donde ambos estaban participando.

El Rey Olav, padre de Harald, no aceptó la petición de su hijo en ese momento, él quería que el futuro Rey desposara a una mujer de sangre real. Por lo que hizo lo que debía para hacer que su primogénito se olvidara de esa joven y conociera más mujeres de su entorno, por lo que lo mandó a Oxford a estudiar.

Finalmente, esa jugada no le funcionó al Rey de Noruega, por lo que no le quedó otra alternativa de acceder a la petición de su hijo de casarse con aquella plebeya de la que se enamoró. La pareja se casó en 1968 y ascendieron al trono en 1991. Además, consolidada como una de las parejas más estables de la realeza y sobre las que nunca ha existido rumores de infidelidad, una prueba ineludible de que su amor era verdadero.

La Reina Sofía, por su parte, conoció a Juan Carlos I en 1961 y fue en Atenas en 1962 cuando se casaron. De su unión nacieron tres hijos, entre ellos el actual Rey de España Felipe VI. Tanto los Reyes de Noruega y los que fueron Reyes de España hasta el 2014, en varias ocasiones, se encontraron con Harald y Sonia en algunos eventos reales.