Las luces y sombras en la vida de Irene de Grecia, la fiel hermana de la Reina Sofía

Este martes será un día significativo para la Reina Sofía, ya que su hermana Irene de Grecia soplará una vela más en su pastel. Su pariente incondicional recibirá los 79 años y sabe que cuenta con el mensaje de la madre de Felipe.

Irene y Sofía se llevan tan solo un año de diferencia; Irene es la mayor de ambas. Juntas mantienen una envidiable relación en la que se convirtieron en confidentes e íntimas que comparten secretos, viajes y han sido el hombro la una de la otra cuando la vida les dio algún que otro varapalo.

La Princesa Irene vivió toda su vida siendo la sombra de su hermana. Acompañándola en buenas y malas, viven juntas desde la partida física de la madre de las dos, la Reina Federica. En ese drástico contexto, el por entonces Rey Juan Carlos creyó conveniente no dejar sola a su cuñada y decidió que lo mejor era que viviera con ellos, así juntas podían hacer el duelo más duradero y Sofía podía transitar su camino con alguna compañía, ya que bien sabido es que no tiene muchas amistades. El inicio de la convivencia en la Zarzuela fue bastante difícil, según detallan desde el entorno de la Familia Real.

La traemos para que acompañe a Sofi y no sale de su cuarto.

Irene nunca quiso ser un peso para la trayectoria de la suegra de Letizia Ortiz, pero Sofía jamás la sintió de esa manera. Con su hermana podía ser ella misma como con nadie y, al ser tan parecidas, no tenía problema en seguir el ritmo de sus gustos. Las dietas vegetarianas, las medicinas alternativas y la pasión por los misterios y las actividades paranormales son aficiones compartidas entre las hermanas.

Ella es mucho más fuerte que yo, aguanta como nadie el estrés y el trabajo duro, además tiene cualidades que a mí me encantaría tener, como serenidad, criterio y responsabilidad. Sofía siempre sabe lo que tiene que hacer.

Aunque Irene dista de la Reina Sofía en cuanto a la preocupación por su naturaleza. La hermana mayor es una mujer despojada de lo material, no le gusta vestir joyas ni maquillarse, mucho menos pasar por el estilista. Está orgullosa de que el paso del tiempo se refleje en su figura y le sienta más que bien.