La Reina Isabel emite su última orden a Buckingham: no le pasa una más a Harry y Meghan Markle

Uno de los lemas más perdurables de la Casa Real británica se resume a lo que sigue: "nunca te quejes nunca expliques", y hasta ahora, en lo que a lo comunicacional y de cara al pueblo del Reino Unido se refiere, había resultado. Hasta ahora,  la Reina Isabel está dispuesta a dar una patada al tablero y, por primera vez en la historia de su reinado, se defenderá de los ataques externos contra la Corona.

Se trata de un hecho insólito y que solo indica una cosa: la Reina Isabel reformará lo que había sido hasta ahora su estrategia comunicacional. La situación familiar ha cambiado, las relaciones institucionales e interpersonales han cambiado. La Monarquía tendrá que hacer lo propio, al menos en este sentido.

Específicamente, la intención de esas "fuentes cercanas" al Príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, quienes se han hecho cargo de difundir ante los medios matrices de opinión fundamentadas en rumores y hechos carentes de toda credibilidad.

Ante esta arremetida, la Reina Isabel ha emitido la orden a su equipo de comunicaciones de "Buckingham" y demás voceros oficiales: a partir de la fecha y en lo sucesivo, estas personas se encargarán de corregir "cualquier declaración que distorsione sus conversaciones privadas y las de otros miembros de la realeza". Así lo reseñó el diario Infobae.

La medida fue tomada en un gesto de hastío por parte de la Soberana a partir de las declaraciones emitidas por personas cercanas al vínculo de los Sussex, quienes se encargaron, a través de lucubraciones y rumores, de levantar toda una polvareda mediática alrededor del nombre de la segunda hija de la pareja, Lilibet Diana.

En recientes días, la cadena televisiva pública "BBC" había difundido información sobre 'supuestas' fuentes allegadas al nieto de la Reina Isabel que confirmarían la actuación deliberada de Harry y Meghan de no consultar a la Monarca sobre la iniciativa de utilizar su apodo cariñoso como el primer nombre de la benjamina.

Fue entonces cuando la Secretaría de los Sussex salió al paso de estos rumores para desmentirlos de forma categórica y aclarar que tanto Harry como Meghan Markle, en efecto, sí consultaron previamente a la Reina Isabel sobre el uso del nombre, petición que fue aceptada y resultó un maravilloso gesto para la Monarca.

Según el diario británico "Daily Mail", está controversial situación motivó a la Reina Isabel a reconsiderar la premisa que mantuvo en pie a su familia durante siete décadas: "si eres un miembro de la familia real británica, nunca debes quejarte y nunca debes dar explicaciones en público". Después de todo, el silencio del Palacio solamente ha contribuido a reafirmar muchas historias vinculantes a los miembros de la Familia Real, que en muchos casos resultan totalmente infundadas.

Sin embargo, aún no se sabe si esta nueva estrategia se mantendrá, por cuánto tiempo y si esta nueva medida es extensible para los miembros de su clan familiar, pues hasta ahora solamente la función está delegada para personas autorizadas. En todo caso, la Reina Isabel está dispuesta a defenderse de los detractores comunicacionales y todo parece indicar que no está dispuesta a retroceder.