Parece que Irene Rosales no tiene suficiente carga con la recuperación de Kiko Rivera, sus proyectos profesionales y dos hijos por atender. Ahora, las acusaciones por la negativa de que Isabel Pantoja ponga un pie en su casa apuntan contra ella, como si fuese responsable de una decisión tomada por los médicos.

Durante el tiempo que Kiko estuvo internado, los especialistas del centro de salud dictaron una sentencia que hasta el día de hoy se mantiene: el hijo de la tonadillera tiene que evadir situaciones que alteren su estado emocional. Por lo tanto, su hermana y su madre no pueden acercarse.

Recordemos que el ictus impactó en la salud de Kiko Rivera a pocas semanas de la llamada telefónica con la tonadillera, por lo que pudo ser el detonante y antecedente del revés físico que lo sorprendió y lo mandó directo a cuidados intensivos. La conmoción fue tal que Isa Pantoja dejó de lado su resentimiento y se acercó al hospital, en un intento fallido por ver a su hermano. 

Isabel Pantoja hizo lo mismo y se tomó un vuelo a Sevilla para estar más cerca de su hijo, pero tampoco tuvo acceso en el centro médico. Por las últimas declaraciones de Kiko Rivera, la posibilidad de que el reencuentro ocurra en la casa que comparte con Irene Rosales tampoco está abierta.

Tras la contundente negativa, Irene ocupó los principales titulares en donde se la culpa de esa decisión, dado el conflicto histórico que mantienen las mujeres desde que la distancia entre madre e hijo zanjó el destino de Kiko Rivera. Frente a estos rumores, el primero que saltó en defender a Irene fue el DJ, a través de las redes sociales.

Horas más tarde, la periodista y amiga de Irene Rosales, Marisa Martín-Blázquez, se sumó a los tertulianos de "El programa de Ana Rosa" para desmentir tales rumores, luego de mantener una conversación directa con la esposa de Kiko Rivera. Además, se enteró de que una de las hijas del matrimonio también se encuentra delicada de salud.

Es una decisión que toma Kiko, él es una persona adulta y yo apoyo a mi marido.

Esta fue la respuesta de Irene, un mensaje que va directo al corazón de Isabel Pantoja, la otra gran vetada en esta situación delicada que vive la familia y en especial Kiko Rivera, el más perjudicado: su vida pende de un hilo, pese a que logró sobrevivir el ictus. Será en la recuperación que siente las bases de la nueva vida que le espera, tras el impasse de su salud. 

Silencios y una petición 

Desde que Kiko Rivera regresó a su casa para cumplir con su recuperación en compañía de Irene Rosales y sus hijos, los medios se agolparon a las puertas en búsqueda de respuestas, pero también entorpeciendo el proceso de rehabilitación. Hubo preguntas incómodas y un clima nada favorable para que el DJ salga a dar un paseo tranquilo, en los alrededores de su residencia personal.