Eva González aplica la misma estrategia de Cayetano Rivera para sobrellevar la separación

Ni Eva González ni Cayetano Rivera se han pronunciado para dar la razón a la polémica que los envuelve en todos los medios y que ellos parecen silenciar, dando a entender que no les interesa lo que se pueda pensar sobre lo que, hasta ahora, es su matrimonio. 

En la última imagen pública de la presentadora de "La Voz", aparecía con un ramo de rosas y la prensa la asaltaba con preguntas sobre quién le había hecho el regalo, una clara incitación al nombre de Cayetano Rivera o a un tercero que Eva González, por su puesto ni mencionó, como una estrategia inteligente en la que ambos parecen ponerse de acuerdo. 

Cuando la prensa intentó conversar con el torero, él aceleraba y salía disparado en su auto, luego de una visita rápida a su hermano Kiko Rivera, lo mismo hacía Eva González al ver que la prensa rodeaba su residencia familiar ansiosa de respuestas que ella no está dispuesta a responder. Repitiendo la escena, la presentadora apretó el acelerador y ni los buenos días dio a las cámaras de Europa Press, apostadas en las afueras de su casa. 

Hace pocas horas, El programa de Ana Rosa mostraba las últimas escenas de Cayetano Rivera saliendo de la residencia de Eva y su hijo, en la localidad sevillana de Mairena de Alcor. Apenas los medios se acercaron a saludar, el torero repetía la estrategia del coche y el silencio. Pese a que la noticia de que viven en techos separados sí fue confirmada hace días, el torero evade cualquier oportunidad para dar explicaciones. 

Lo que sí ha hecho Cayetano Rivera es compartir imágenes de su día a día en las redes, una práctica poco habitual que, quizá, esté usando para distraer la atención de su supuesta separación de Eva González. Ella, también ha seguido la estrategia de su actual marido, compartiendo únicamente imágenes relacionadas a su trabajo. 

Silencio y desengaño 

Más allá del silencio guardado por la pareja, las últimas imágenes de Eva González en los alrededores de su casa despertaron alarmas, por el descuido de su vestimenta e imagen, algo en lo que ella nunca antes había flaqueado.