La Reina Sofía deja en evidencia lo que quiere y lo que piensa sobre el retorno del Rey Juan Carlos

Ahora que la llegada del Rey Juan Carlos parece estar a la vuelta de la esquina, quizás quien padezca este esperado regreso sea la Reina Sofía, aunque desde algunos medios se insista propiamente en que la pareja real se lleva mucho mejor en la distancia y al menos se telefonean una que otra vez por semana. Veremos qué sucede en los próximos días.

Para más inri, este retorno consensuado sucede justo a pocos días de una fecha que se supone inolvidable para los reyes eméritos, como lo es la conmemoración (celebración no cabe dentro de la oración, sepan disculpar) de sus bodas de diamante ya que alcanzaron 60 años de unión indivisible, al menos institucionalmente hablando. Porque recordar es vivir, junto a "Moncloa" recordamos algunos de los momentos menos entrañables y públicos entre la pareja que definitivamente la Reina Sofía quisiera olvidar, pero lamentablemente resulta imposible para efectos de la prensa y la internet.

Uno de los desplantes más graves y humillantes ocurrió el 18 de agosto de 2011, cuando el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía recibían en el aeropuerto de Barajas de Madrid al Papa Benedicto XVI. Al parecer, el Rey Juan Carlos estaba de muy malas pulgas ese día y, por alguna razón, no deseaba que su mujer tuviera tanto protagonismo y trató de ubicarse entre el ex pontífice y ella. Doña Sofía no entendió muy bien la seña y se ubicó del otro lado del invitado, lo que generó que el Emérito estallara en impaciencia. Cuando se ubicaron "correctamente", el gesto de hombros alzados de la Reina Sofía fue impagable.

La mala relación entre ellos se evidenció también un año antes, aunque menos evidente a simple vista que el feo anterior. Fue en 2010 durante la visita del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía a la catedral de Santiago para llevar una ofrenda al Apóstol, poco tiempo después de una operación de cadera a la que el Emérito debió someterse. En ese momento, mientras subían las escalinatas, la Reina quiso apoyar su brazo en el de su esposo, pero éste perdió el equilibrio por unos segundos. Esto lo hizo enojar a tal nivel que agitó sus brazos rechazándola hasta que pudo zafarse.

La convivencia poco avenida del Rey Juan Carlos y la Reina Sofía

Ambas situaciones se convirtieron en dos joyas históricas que dejaron en evidencia la pésima convivencia entre los padres del Rey Felipe, pero lo peor, según algunos internos, era lo que ocurría de puertas para adentro. Acaloradas discusiones, gritos de parte y parte, amenazas de divorcio y quién sabe que otros desencuentros tuvieron lugar y nadie por extrema prudencia se atreve a pronunciar.

De esto, al presente, ha pasado un década, aunque los escándalos no dejaron de asolar a la dignidad de la Reina Sofía, porque no se pueden olvidar los nombres de las mujeres que fueron vinculadas al Rey Juan Carlos hasta nuestros días, Corinna Larsen, Marta Gayá, Bárbara Rey y otras sorprendentes personalidades como Rafaella Carrá, Paloma San Basilio y Sara Montiel que permanecen en las nebulosas de la duda y la posibilidad. Con todo esto presente, ¡menudo reencuentro podría darse este próximo lunes en Zarzuela!