El inicio de la pandemia en 2020 significó para Eugenia Martínez de Irujo un momento de refugio y retomar el arte que tanto le apasiona, la hija de la Duquesa de Alba se ha reconciliado con las acuarelas y, por supuesto, con el legado de su madre que tan cercana al arte se mostraba.

Lo que empezó como un refugio de luz muy personal, adquirió trascendencia cuando la Duquesa de Montoro publicó en Instagram una imagen en la que aparecía sentada en el suelo y rodeada de decenas de acuarelas. “Intentando poner un poco de color a este oscuro momento”, escribió entonces.

Tan solo unos pocos días antes había compartido su propia versión del cuadro de un arlequín azul que su madre pintó y le regaló cuando tenía 13 años, por si alguien dudaba de quién le ha inspirado esa pasión. “A mi madre la tengo muy presente y me consuela muchísimo saber que siempre está aquí. Me ha marcado su pasión por el arte, pero más quizás la libertad que ella manifestaba. Eso y otras muchas cosas, como ser ordenada, la puntualidad… Lo que más me gusta es el legado de cariño que ha dejado. Me maravillaba lo mucho que la quería la gente, personas de todas las edades, hasta jóvenes. Me acuerdo de cómo se acercaban estudiantes de los colegios para hacerse fotos con ella. Es una satisfacción enorme tener ese recuerdo”, cuenta Eugenia Martínez de Irujo en referencia al eterno legado de su progenitora la Duquesa de Alba. 

Me ha marcado su pasión por el arte, pero más quizá la libertad que ella manifestaba.

En los actuales momentos, Eugenia Martínez de Irujo se encuentra muy complacida con su faceta creativa y profesional, algo que diariamente la llena de alegría, pero otra faceta clave de su felicidad es su hija, Tana Rivera, fruto de su primer matrimonio con Fran Rivera Ordóñez, pero sobre ella prefiere no hablar públicamente. “No quiero ponerla en el punto de mira. Ella es muy discreta, no está metida para nada en este mundo y estoy muy contenta de que sea así”, comenta.

El mejor momento de Eugenia Martínez de Irujo

Aunque actualmente Eugenia Martínez de Irujo confiesa que se la lleva muy bien con los medios, no puede olvidar los momentos incómodos que tocaron lo mediático y que pudieron redefinir su vida, momentos que temió que la afectasen demasiado. Es así cómo dice que no olvida los momentos complicados, especialmente aquellos que afectaron a Tana.

“Ahora tengo una vida normal, en la que puedo salir y entrar sin tener esa presión de que me sigan a todas partes, de que me hagan guardias diarias. Eso era lo que más ansiedad me creaba, sobre todo cuando mi hija era muy pequeña y la llevaba al colegio”, cuenta a la revista “Vanitatys” como una de las anécdotas que vinieron a marcar para siempre a la hija de la Duquesa de Alba.

Sus asociaciones con reconocidas agencias y marcas de élite para expandir su trabajo, solo han sido un peldaño más en la escalera que la duquesa de Montoro ha ido construyendo en esta última etapa, la que la ha llevado al “mejor momento personal y personal de mi vida”, según confiesa. 

Actualmente, Eugenia Martínez de Irujo cuenta con 285.000 seguidores, en sus redes sociales, cuyo espacio se muestra bastante activa. En esta plataforma dio a conocer precisamente que había retomado la pintura, lo que le ha proporcionado muchos réditos, pero ella en ningún caso tiene intención de utilizar las redes sociales de una manera en la que no sienta que está siendo fiel a sí misma.