Un nuevo documento de Rocío Jurado estaría atormentando a José Ortega Cano

Rocío Carrasco sigue pegando, implacable en su ataque. La hija de Rocío Jurado muestra los dientes, saca a la luz aquellas verdades que se vio obligada a callar durante más de 16 años. En nombre de su madre, promete destruir a José Ortega Cano.

“En el nombre de Rocío” es clara muestra de la encarnizada disputa que la hija de la cantante libró para limpiar el buen nombre de su madre, para hacer caer varias caretas. Ya apareció un testamento inédito que dejó a todos atónitos. “Lo que falta”, advierte la colaboradora, dando a entender que aún hay mucho más.

Un documento clave es la mayor fuente de preocupación del torero en este preciso momento. Al parecer, se trata de un archivo que bien podría revelar la verdad en torno a la relación de José Ortega Cano con Rocío Jurado.

Se siente contra las cuerdas. Pide que lo “dejen vivir tranquilo”. Se lo ve agotado, devastado. En pocas palabras, está abatido, ante una docuserie que promete dejar varias víctimas fatales en el camino. Sobre todo, frente a todo lo que se ha llegado a asegurar sobre la tonadillera en esta última semana.

Viendo de cerca la cara más truhana del dolor, José Ortega Cano quiere abandonar el juego mediático. Lo necesita. No va a poder hacerlo, no tiene escapatoria. La tinta dejó pruebas y evidencias de una realidad aparentemente disfrazada, inmortalizadas en un papel que a estas horas cotiza oro.

El diestro es absolutamente consciente del comprometedor contenido de aquellos documentos que Rocío Carrasco dice haber encontrado por mera casualidad luego de la partida de su madre. No puede ocultar el terror que le genera la existencia de esos papeles. Temor porque, por fin, vean la luz pública.

Si algo quedó claro a estas alturas es que estos escritos revisten una importancia inusitada, ya que podrían esclarecer fácilmente la verdad sobre un matrimonio que, evidentemente, no era tan idílico como parecía.

El actual marido de Ana María Aldón se enfrenta al fantasma de un puñado de letras sumamente dolorosas que modificarán la visión que se tiene hasta el día de hoy sobre esta relación. Una relación que la mujer de Fidel Albiac definió como un error que “nunca debió haber sucedido”.

Abundan las hipótesis sobre la tónica de estos misteriosos documentos. Pero, si algo ha dejado claro la hija de la folclórica, es que no se anda con chiquitas. Toca armarse de paciencia y esperar, entonces, que su producción audiovisual llegue al punto crucial para entender la dinámica de la familia de Montealto, con todos sus bemoles.