Carmen Martínez Bordiú, los entresijos y el amor de la aristócrata alejada de los focos

Fuera de España y alejada del murmullo mediático que siempre la acompañó, Carmen Martínez Bordiú rehace su vida en Sintra, Portugal. A los 71 años, disfruta de la paz que le ofrece esta región lusa próxima a Lisboa.

Hace tres años que se sabe poco y nada de ella, que no acapara como antes todos los titulares. A fuerza de un hermetismo extremo y de un férreo apego por la más absoluta privacidad, consiguió aquello que pedía hace un tiempo públicamente: “que todo el mundo se olvide de mí. Quiero desaparecer”.

Que todo el mundo se olvide de mí.

Sólo se pudo ver a la nietísima el pasado junio. La boda de Julia Nasi, tataranieta de Giovanni Agnelli, fundador de Fiat, la convocaba entre su lista de destacados invitados, luego de la última bochornosa información que había trascendido con su nombre: la condena impuesta en 2018 por evadir pagos a Hacienda.

He venido a Portugal para salir del enredo de España y buscar paz y tranquilidad.

Un año antes de ese varapalo, Carmen Martínez Bordiú conoció a Timothy McKeague, un surfista 34 años menor que ella. La Costa Azul fue la encargada de encender la chispa cuando coincidieron por un grupo de amigos comunes, además de su amor por el yoga y por los paseos ecuestres en los que aprovechaban para conocerse y alimentar aquel hermoso sentimiento mutuo.

El mes de diciembre de aquel año le daba el peor revés posible, el fallecimiento de su madre, María del Carmen Franco y Polo, única hija del dictador Francisco Franco, y de su esposa, Carmen Polo. El neozelandés nunca se movió de su lado, brindando la contención, apoyo y el cariño necesario para superar ese difícil momento.

Una vez cobrada la herencia, la duquesa de Franco decidió emigrar al país vecino. Para ello, se deshizo de aquella propiedad en Santander, donde convivió anteriormente con José Campos, 13 años más joven que ella.

"Está muy bien, muy tranquila y eso es lo importante, que esté contenta, tranquila y bien. Nos veremos, por supuesto, que disfrute de sus nietos", aseguró en una entrevista con “Semana” su hijo, Luis Alfonso de Borbón, acompañado por su esposa, Margarita Vargas.

Al parecer, Carmen Martínez Bordiú pretende compartir tiempo de calidad con sus seres queridos, entre los cuales probablemente se encuentren también los dos nietos que le dio su hija, Cynthia Rossi, junto con Benjamin Rouget.

El tan esperado encuentro tendrá lugar en la descomunal mansión que posee la nieta del dictador. Ostentando unas vistas únicas al Atlántico, el terreno de 1400 metros cuenta con una vivienda de 600 metros. Una impresionante piscina y su amplia terraza con fácil acceso tanto a la playa y a la montaña dan un toque más que especial a la casa donde Carmen Martínez Bordiú disfruta de la paz, la tranquilidad, y sobre todo del amor de Tim.