A siete años de amor ininterrumpido, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa nos recuerdan que no hay límites de tiempo para entregarse al amor de pareja y que todo llega en el momento perfecto, como una recompensa a las experiencias vividas. 

Ella, la reina de todos los corazones, él, el hombre que soñaba con ser escritor y se ganó el máximo galardón de las letras en 2010. Aunque pareciera que los separa un océano de culturas, historias y sueños, Isabel y Mario comparten la plenitud de los 80, esa necesidad de saberse bien acompañado en los últimos años de vida y la promesa de ser el sostén emocional para cada uno. 

En muchas ocasiones, el Nobel literario ha sido consultado sobre la sobreexposición mediática que significa ser pareja de la socialité más prestigiosa de España y él, natural y al grano siempre responde “Si es el precio que debo pagar por estar con la mujer que amo, lo pago con gusto”. Así, sin prosas de más, Mario Vargas Llosa declara el amor que siente por Isabel. 

Otra de las particularidades de compartir la vida con Isabel Preysler es que el riesgo de que la rutina se consuma al amor no existe. El mismo escritor ha declarado que "Es muy difícil aburrirse con Isabel", mientras ella, siempre que puede recuerda la maravillosa historia de amor que comparten desde hace más de 30 años. Sí, porque aunque fue en 2015 que se animaron a mostrarse de la mano y confirmaron la convivencia bajo el mismo techo, esta historia nació en la década de los 80, cuando aún los jóvenes no se imaginaban el destino que les deparaba juntos. 

Es muy difícil aburrirse con Isabel.

El primer encuentro que los uniría para siempre

Corría el 1986, cuando Isabel Preysler disfrutaba de sus años como entrevistadora exclusiva de la revista Hola. Fue ahí, cuando entrevistó al escritor que vivía sus años fuertes, entregado a la política, siendo una figura central del Boom Literario que vivía Latinoamérica. En ese momento, Mario Vargas Llosa no tenía ni señas de quién era esa mujer que lo entrevistaba, para él, no era más que otra periodista, otra entrevista en su joven carrera literaria. 

Para ese entonces, la socialité se había separado del Marqués de Griñón y empezaba una nueva relación con Miguel Boyer, a quien Mario conocía muy bien de los terrenos de la política. Esta vinculación propició mucho de los rumores que, años más tarde, le atribuirían a Isabel Preysler una supuesta infidelidad a su aún marido, que estaba luchando contra una enfermedad que terminaría por llevárselo de este mundo. 

Uno de los rumores más desagradables que enfrentó la madre de Enrique y Julio Iglesias, fue el que aseguraba que Miguel Boyer estaba pensando en suicidarse por descubrir la relación secreta entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, pero ellos siempre negaron tales rumores, dejando claro que hasta ese momento solo experimentaban una respetuosa amistad. 

De lo que sí están seguros ambos, es que esa entrevista marcó la vida de ambos y se convirtió en su primer encuentro, su primer cruce de miradas. 

El evento que sellaría su futuro juntos 

Finalmente, Miguel Boyer murió a causa de un ictus en 2012. Para muchos, la figura de Mario fue clave para que ella superara la amarga pérdida. Desde la amistad que los unía, el Nobel literario acompañó a la socialité durante los meses posteriores a la muerte de su marido. 

Entonces, 30 años después de aquella entrevista, un nuevo evento social los uniría cara a cara. Fue en Londres, cuando convocados por Porcelanosa, Mario e Isabel compartieron una cena rodeado de otras figuras sociales, incluso se dice que las hijas de Isabel Presyler fueron testigos, entre ellas Tamara Falcó.  

La promesa de terminar la vida juntos 

Cuando en 2014, Mario Vargas Llosa anunció su separación definitiva de Patricia, luego de media década de matrimonio, los rumores de una relación clandestina con Isabel Preysler llamaron nuevamente, la atención de la prensa. 

Así, en 2015, ambos solteros y dispuestos al amor, formalizaron su relación frente a la prensa. Desde entonces, han tenido varias escapadas románticas por Lisboa, Oporto, Bruselas o la Costa Azul, priorizando siempre las actividades culturales y los eventos sociales. 

La vida juntos para Isabel y Mario seguirá entre escándalos y rumores, pero mientras haya amor siempre tendrán una excusa para caminar de la mano.