Hace dos meses, falleció Bernardo Pantoja, el marido de Junko y padre de Anabel Pantoja. Fue muy duro para ella, quien estuvo al lado del hermano de Isabel Pantoja por más de 20 años bajo su cuidado.

Durante este tiempo, la japonesa y ex bailarina hizo denuncias en contra de la familia de su fallecido esposo por el maltrato recibido durante el sepelio. Estaba enojada porque nunca le dieron su lugar como esposa e incluso apuntó en contra de Isabel Pantoja, quien la culpó por el deterioro del estado de salud de Bernardo Pantoja. Una vez explicó a los medios lo dolida que estaba: “Me ha dicho con el dedo apuntándome, como está Bernardo, el 85% es tu culpa”.

Después de ese sepelio, en el que aparecieron familiares que nunca se habían preocupado por Bernardo Pantoja, la japonesa organizó algunas misas para las personas que de verdad querían a su marido y lejos del clan Pantoja.

Ahora, la viuda trata de pasar el trago amargo de la soledad y se reúne con gente como cualquier mortal. De hecho, la han seguido algunos medios que la captaron compartiendo con un hombre en una terraza de Sevilla. La primera sospecha de la prensa rosa es que la mujer tenía una actitud “cariñosa” y relajada tras dos meses del fallecimiento de Bernardo Pantoja.

De nuevo fue captada por los reporteros de Europa Press en la calle y le preguntaron por esa persona. Ella para que la dejaran en paz dijo que se trata de un amigo. “Solo queremos preguntarte por ese amigo especial con el que te hemos visto. Es amigo de Bernardo. No es nada malo, Junko”, le dice el reportero. Y ella le contesta: “Son todos muy buenos conmigo. No moleste a esa familia, por favor. Es amistad”, recalcó.

Sálvese quien pueda

Fue “Sálvame” que emitió las imágenes de Junko. En ellas se puede ver a la viuda cuando acaricia el rostro de un hombre. De inmediato saltaron todo tipo de especulaciones. José Antonio León decía sin saber: “Caricias confidencias y mucho acercamiento entre Junko y otra persona”.