El Rey Juan Carlos al borde del colapso, la traición que le quita el sueño

Siempre estuvo acostumbrado a que sus cortesanos le cubran las espaldas y a tener siempre la última palabra, el Rey Juan Carlos lucha desde el autoexilio para recuperar parte de la gloria perdida, en buena parte por una traición que le quita el sueño y que tiene a la Reina Letizia en el centro de los reproches.

Radicado desde agosto de 2020 en Abu Dabi, el Rey Juan Carlos siente que fue despojado de todo lo que había construido y que eso sólo pudo ser posible porque su propia familia cedió, por presiones o intereses, y todos parecen estar en las manos de su enemiga pública.

El Emérito nunca tuvo consideraciones con la Reina Letizia, ni mucho menos. Al contrario, desde un principio intentó interceder para que el Rey Felipe no cayera en sus brazos. Si hasta se habla de una discusión y de amenazas con dejar la Corona si no le permitían casarse. 

Con el paso del tiempo, el Rey Juan Carlos siente que, por diferentes motivos, han sucumbido bajo el poder de la Reina Letizia, que maneja todos los movimientos dentro de Zarzuela, incluso el ex-Monarca cree que está detrás del pedido de su hijo para que se aleje lo más posible.

Sin demasiado contacto con la Infanta Elena ni sus hijos y con el diálogo interrumpido con la Infanta Cristina, que junto a Iñaki Urdangarin le tendieron los primeros lazos cuando llegó a la Familia Real, la Reina Letizia ha ceñido su núcleo en su esposo y sus hijas, mientras que a la única que permite continuar es a la Reina Sofía, con la que tampoco la uniría el amor, sino el espanto. 

Por todo esto y mucho más, el Rey Juan Carlos está convencido de que lucha contra un molino de viento cuando planea conseguir la venia del Rey Felipe para viajar más periódicamente al país, algo que intentará repetir, aunque su nuera, a la que llama "la mandona", no se lo apruebe.