Victoria Federica y la Infanta Elena "de paro": las razones que las separan hasta nuevo aviso

Nuevas fisuras quedan expuestas en la hermética dinámica familiar de Victoria Federica. Las cosas no andan bien en casa y en los últimos días lo que antes podrían suponerse como rumores y especulaciones quedan finalmente confirmadas por medios como Egos al asegurar que la Infanta Elena ha plantado posición a su hija pero en ella ha encontrado resistencia y evasivas que comienzan a hacer mella en su relación.

No podría ser diferente y en este caso debemos concederle la razón a la Duquesa de Lugo pues no le ha caído nada bien el rapapolvo que recibió por parte de su hermano, el Rey Felipe, nada complacido por la sobreexposición que la socialité ha tenido Durante los últimos meses en los medios, además de algunos comportamientos erráticos que han dado mucho de que hablar y distan de la acostumbrada discreción que siempre ha distinguido a la familia Borbón.

Porque para efectos de la Infanta Elena, este cambio drástico entre las preferencias de su hija menor amparado por monsieur Marichalar le resulta una combinación odiosa que le recuerda la elegancia estrafalaria de su exmarido y la urticaria que viene con ello. Las cosas eran mucho más sencillas cuando la Infanta Elena podía contar con la prudencia de sus hijos (o al menos sus cuestionables intentos por evadir a la prensa). Ahora Victoria Federica está llamada, bajo la mirada complaciente de Jaime de Marichalar a convertirse en la nueva chica It del momento, uno que se ha prolongado demasiado para el gusto de doña Elena.

Pero además, el medio antes consultado ha expuesto un nuevo tema que añade un nuevo nivel de dificultad en la interrelación familiar entre Victoria Federica y su madre y es que al parecer la influencer parece ocultar la existencia de una nueva relación romántica y que, para mayor sorpresa, no se trataría del torero hispano peruano Roca Rey, a quien siguió hasta la tierra inca para verle torear como toda una groupie. El afortunado en cuestión es un "niño bien", un cachorro del jet set que agradaría a cualquier madre, incluso a la Infanta Elena si al menos Victoria Federica tuviera el gesto de presentarlo en familia. Este secretismo alrededor del nuevo interés romántico de la joven podría ser un nuevo detonante para acaloradas discusiones familiares.

Por ahora se sostiene que incluso la comunicación entre madre e hija está de paro. A pesar de que ambas viven en el mismo piso ubicado en el barrio Niño Jesús, la tensión es evidente y ambas miden fuerzas: mientras la hermana del Rey Felipe intenta retomar el control, Victoria Federica se escabulle como agua entre las manos. Así las cosas, se espera a que algunos eventos hípicos y corridas de toros revivan la buena sintonía entre ellas, ya que por los montos sin estas aficiones los únicos puntos que les quedan en común.