En la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en Aravaca, todos esperaban la llegada de la Infanta Sofía, que ese día tomaría el sacramento de la Confirmación. Sin embargo, los paparazzis se quedaron con el tierno abrazo de la Princesa Leonor para la Reina Sofía, en una muestra de afecto espontánea que puso punto final a los rumores de una fría relación.

Apenas había pasado media hora del mediodía del jueves, cuando la Familia Real, a pleno, llegó hasta la sede de la ceremonia, que convocó además a todos los compañeros de clase de la Infanta Sofía, en el colegio Santa María de los Rosales. 

Adentro del templo, desde hacía unos minutos esperaban a la Reina Sofía, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, los abuelos de las más pequeñas de la Zarzuela, que volvían a compartir una salida después de la graduación de la Princesa Leonor, la semana pasada, en Cardiff, Gales. 

El tierno abrazo de la Princesa Leonor para la Reina Sofía

Desde aquel inolvidable episodio protagonizado por la Reina Letizia y la Reina Sofía, en la catedral de Palma, durante la misa de Pascuas de 2018, la Princesa de Asturias quedó encerrada en los rumores que sostenían que mantenía una mala relación con su abuela paterna, con la que había tenido un gesto poco amable, minutos antes de que su madre se ganara los reproches de todo el mundo.

Aunque en los encuentros públicos siguientes, tanto la Princesa Leonor como la Reina Sofía intentaron modificar esa imagen, la sensación de un cortocircuito quedó sobrevolando en el aire, hasta este jueves.

Apenas llegó a Aravaca, la heredera del trono aceleró el paso para fundirse en un afectuoso abrazo con la Reina Sofía, que le correspondió con la misma calidez. Compartieron algunas palabras y emprendieron los pasos que las separaban del interior de la parroquia. 

La escena no pasó desapercibida, en un contexto en el que la Familia Real a pleno se congregó y les entregó a los medios, y a los españoles, un posado como hacía años que no sucedía. Claro, ya no están el Rey Juan Carlos, la Infanta Elena ni la Infanta Cristina, que con el tiempo no solo han perdido sus lugares, sino también el contacto con el Rey Felipe y la Reina Letizia.