Con el agua al cuello, Canales Rivera (48 años) tuvo que soportar que en “Sálvame” hicieran públicos unos audios en los que arremetía en contra de su primo Fran Rivera (49 años). Con antelación decía unos de los colaboradores Kike Calleja que el diestro siempre se refería con calma y sosegado hacia su primo, pero esta vez no guardó la compostura.

El reportero acusó al colaborador de traicionar a Fran Rivera al hablar de su círculo íntimo. Algo que el propio Canales Rivera desestimó porque nunca ha filtrado ninguna información, aunque sí hablo con gene de su confianza.

Me señaláis como un traidor como si lo fuera, yo puedo ser muchas cosas malas porque lo puedo llegar a ser, pero traidor, precisamente no.

La polémica entre los primos que nació hace años en la plaza de toros y que se ha mantenido en el tiempo, vuelve a reflotar con esas grabaciones fuera de lugar. El hijo de Carmina Ordóñez le respondió con toda la sinceridad del mundo que en vez de hablar de él le hubiese dedicado el tiempo al toro, a Canales Rivera le habría ido mejor. “El día que vaya a un programa a hablar mal de alguien… pero me he dedicado toda mi vida a currar”, señaló.

Fran Rivera ya está cansado de que hablen mal de él y que dejen de resolverse las cuestiones en un programa. “Os agradecería que todo el mundo haga lo que quiera, pero cuando la cosas no pueden ser... me gustaría tener una familia maravillosa con todos unidos, pero, como no es verdad, ¿Para qué seguir mintiendo y engañando?”.

El colaborador habló en “Sálvame” un tanto molesto porque se reunieron en privado y acordaron algunas cosas, pero, claramente, el esposo de Lourdes Montes no sostuvo su palabra. “Yo lo he hecho y no se acordará, me senté con él y tuve una conversación privada y nada de lo que hablamos se hizo realidad después”, dijo, y finalmente explicó lo que se dijeron: “Le dije ‘no te voy a pedir nada, pero tampoco me lo quites”.

La sinceridad de Fran

Fran Rivera fue honesto y no quiere nada ni con suprimo ni con su hermano Kiko Rivera, quien insistió en un acercamiento. El torero fue claro y preciso e instó a su familia a que “busquen una vida”. “Debe vender mucho hablar mal de mí, pues que sigan, les hará falta”.